"Este programa es de rojos y maricones. Quien no quiera verlo que no lo vea", gritaba Jorge Javier Vázquez en mitad del plató de Sálvame el pasado mes de abril de 2020. Una frase ya mítica que no tardó en viralizarse en redes sociales y que convirtió al presentador en un referente político y líder de opinión para muchos.
No han sido pocas las veces que el "chalet de Galapagar", Isabel Díaz Ayuso o las polémicas de Vox han sido objeto de debate en el plató del programa de La Fábrica de la Tele. Incluso el catalán ha tenido que desmentir su candidatura a la alcaldía de Madrid por el PSOE, algo que se llegó a plantear debido a las referencias positivas que hacía el presentador cada tarde en Sálvame hacia el Partido Socialista y Pedro Sánchez.
Tampoco era extraño para la audiencia ver a Jorge Javier defendiendo su postura antitaurina y criticando directamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid tras su discurso en favor de la misma.
La realidad es que Sálvame nunca ha frenado a sus presentadores o colaboradores a la hora de expresar sus opiniones políticas, hasta ahora. El pasado mes de febrero saltaba la modificación que sufría el nuevo Código Ético de Mediaset España tras la salida de Paolo Vasile.
El punto Principios rectores en programas de entretenimiento es el nombre de un nuevo apartado incluido en el texto ya vigente, y que afecta directamente a programas como Sálvame. "Los programas de entretenimiento son eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa", se puede leer en el mismo. Esto, deja fuera los famosos discursos políticos de Jorge Javier Vázquez en Sálvame, que se habían convertido en su seña de identidad.
Una buena parte del discurrir del programa de Telecinco se tambaleaba. Adiós a las reivindicaciones ideológicas, adiós a las discusiones acaloradas sobre actualidad, adiós a las referencias a partidos políticos... ¿o no?
La literalidad de los límites impuestos por la nueva cúpula de Mediaset es "no emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos". Por lo que cabe plantearse, ¿qué es política para el Código Ético de la empresa audiovisual?
Desde que esta nueva norma entrara en vigor, el programa de Telecinco podría haberse saltado esta norma, ya que se ha hablado de asuntos que podrían considerarse política para buena parte de la audiencia. ¿Es política hablar sobre el sistema tributario español y la cantidad de impuestos que deben pagar las rentas altas? ¿Es política hablar sobre la sanidad pública y los retrasos que se sufren en muchas Comunidades Autónomas? ¿Es política hablar sobre el colectivo LGTBI+? ¿Es política reivindicar el Día Internacional de la Mujer?
Todo ello se ha producido en el seno del programa de Telecinco después de que el nuevo apartado entrara en vigor. Eso sí, los directores han intentado frenar estos comentarios en todo momento, algo que no han conseguido. ¿Se han saltado por tanto el Código Ético que limita el discurso de los programas de entretenimiento?
La primera de ellas se producía solo dos días después del anuncio, cuando Jorge Javier y Belén Esteban apuntaron directamente a las pensiones y las retenciones de Hacienda en nuestro país. "Creo que el sistema tributario está un tanto obsoleto" o "el que cobra más debe pagar más impuestos", son algunas de las intervenciones del catalán. Mientras, Esteban aseguraba que "una persona está trabajando toda su vida y les acaban dando 600 euros de mierda".
Sin duda, la intervención más clara del presentador donde se ve la fina línea que se considera hablar de política, se ha producido esta misma semana. Y es que el de Badalona lanzaba todo un órdago a la directiva de Mediaset: "Por mucho que nos pese, en la vida todo es política. Desde que te levantas hasta que te acuestas, todo está condicionado a la política".
"Todos los que aparecemos en televisión debemos dar un paso adelante y decir en algunos casos que las cosas no son así. Lo otro es no ocultar la verdad, es mentir. No hay lugar en el mundo más fácil para decir que es gay que en televisión", añadía. "Es más necesario que nunca, porque hay partidos que están continuamente poniendo en duda las libertades y todos los derechos que hemos conseguido. Y la libertad y los derechos son muy difíciles de conseguir y muy fáciles de que te los arrebaten".
Aunque Vázquez no nombraba directamente a un partido político, sí se puede considerar que estaba hablando sobre política, algo que parece no importarle. Quizás la intención de la nueva directiva de Mediaset España era frenar intervenciones como la que inaugura este texto, limitar el nombramiento a partidos políticos de forma directa o apelar directamente a un líder político.
Al igual que el reivindicativo discurso de Adela González en el Día de la Mujer. "Porque reivindicamos los derechos y la igualdad de las mujeres, donde no exista la brecha salarial. Luchamos por un mundo libre de la violencia contra las mujeres, por tener control y libertad sobre nuestro cuerpo. Porque estamos juntas y somos cada día más fuertes".
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Cabe preguntarse qué considera la cúpula de Mediaset política, pero sobre todo si realmente ha merecido la pena introducir esta nueva cláusula en su Código cuando cada tarde se puede ver cómo el ADN de Sálvame es incontrolable. Es un programa que vive de la actualidad, del conflicto y de la sociedad.
Y es que Sálvame forma parte de la vida diaria de los ciudadanos y, cómo no podía ser de otra forma, en cinco horas de directo es complicado no hablar de temas que influyen en cada uno de los espectadores que están viendo el programa.