La quinta edición de La isla de las tentaciones afronta ya su recta final en Telecinco. El reality emitirá este jueves 17 de noviembre su novena gala con el gran reto de mantener el liderazgo que estuvo a punto de ceder a Antena 3 hace una semana, cuando El Peliculón se quedó a cuatro décimas de alcanzar al formato de Cuarzo.
Ahora que el programa presentado por Sandra Barneda encara las últimas entregas de su quinta temporada, Mediaset debe reflexionar sobre una sexta edición que ya está grabada, siguiendo con la estrategia de producir dos temporadas juntas para ahorrar costes.
Para hablar del futuro del reality y estudiar posibles cambios en sus nuevas entregas, lo primero que se debe hacer es analizar el rendimiento de la actual edición y extraer varias lecciones que podrían marcar el camino a seguir para mantener vivo el formato.
Necesario descanso
Es un tema que ya se ha abordado antes y que con la emisión de la quinta edición resulta más evidente que nunca: La isla de las tentaciones necesita un descanso. Si bien la presente temporada ha logrado mantener el listón del liderazgo, lo cierto es que le ha costado más que nunca y va camino de ser la menos vista, cayendo por debajo del mínimo histórico marcado por la cuarta edición.
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Por otra parte, la segunda gala de esta temporada mostró otro síntoma preocupante. El programa emitido el miércoles 28 de septiembre de 2022 perdió la batalla frente al estreno de La Novia Gitana en Antena 3. En la franja de estricta competencia, el formato de parejas anotó un 15,6% con 1.649.000 espectadores, mientras que la ficción se alzó con el triunfo con 1.747.000 espectadores y un 16,5% de cuota.
Tras esa nueva alarma, Telecinco optó por mover el programa en su parrilla y pasar a emitirlo los jueves. Y no es para menos, pues esa derrota fue la primera del formato desde su llegada a España en 2020. Tan sólo la gala de estreno de la primera edición, el 9 de enero de 2020, cedió por medio punto ante Cuéntame cómo pasó (13,7% vs. 14,2%), aunque cabe recordar que aquella gala se emitió en simulcast y sumando todos los canales anotó un 23,2% con 2.978.000 espectadores.
Los debates, hundidos
Si los datos de las galas ya resultan alarmantes para el formato estrella de la telerrealidad actual en Mediaset, los resultados de los debates son todavía más evidentes.
Aunque estas entregas en directo no suelen cosechar datos de audiencia destacables en ninguna de las ediciones, las de la presente temporada arrojan cifras absolutamente insostenibles incluso para Cuatro. Así, las emisiones desde plató con Sandra Barneda en la noche del lunes firman una media del 5,1% con apenas 445.000 espectadores.
Esta cifra está, por el momento, más de seis puntos y 714.000 espectadores por debajo del mínimo histórico de la pasada temporada, por lo que supone un auténtico descalabro que debería hacer a Mediaset reflexionar sobre el futuro de La isla de las tentaciones, un formato que revolucionó la telerrealidad en abierto en España y que ha demostrado que los espectadores están dispuestos a seguir las tramas de un reality grabado medio año antes sin necesidad de galas en directo que no aportan nada.
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En definitiva, Telecinco tiene que poner más empeño en cuidar uno de los pocos formatos que le permiten liderar en prime time en medio de su profunda crisis de audiencia. Y es que detrás del evidente desgaste del programa está la estrategia habitual de la cadena de sobreexplotar aquellos productos que mejor le funcionan hasta que dejan de dar buenos resultados. Con seis ediciones emitidas en dos años, La isla de las tentaciones ha demostrado su potencial, pero también ha evidenciado que necesita un respiro para poder volver con fuerza a la parrilla de una cadena que no se puede permitir perder más formatos estrella.