"Decir que Mediaset es como una casa muy grande que tiene muchas puertas. Hoy cerramos esta, pero estén atentos porque un día se abrirá una y saldré por ella. Hasta pronto", fueron las palabras con las que María Teresa Campos (81 años) se despidió de la audiencia de su último programa, ¡Qué tiempo tan feliz!, en abril de 2017.
En su caso, desgraciadamente, no se ha vuelto a abrir ninguna puerta, por muy grande que sea la cadena que capitanea Paolo Vasile (69). Las hay con mayor suerte, como Emma García (49), quien echó el cierre de Viva la vida a finales de julio y sólo le duró el paro el período veraniego. Unas minivacaciones y de nuevo en activo. Ay, cuántos profesionales de la televisión querrían ser Emma y están en sus casas sin que el teléfono suene.
Cuando acabó Viva la vida -por "trifulcas internas" entre la cadena y la productora Cuarzo, nunca por falta de audiencia- ocupó los fines de semana un programa nuevo, Ya es verano, presentado por Verónica Dulanto (43), Marta González Novo y Frank Blanco (47). Aquello es verdad que no había por dónde cogerlo, era un poco de todo, un poco locura. Un poco la vida.
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Tan pronto salía en pantalla la doliente Ana María Aldón (44) -apuesto todo mi dinero si alguien consigue captar una sola emoción en su rostro hierático-, con su drama a resultas de su crisis matrimonial, como te hablaban de los vídeos virales del momento o invitaban a plató a la mujer con los pechos más grandes del mundo. Como ven, un cóctel explosivo de noticias que no dio los resultados esperados.
El share flojeó y creció la preocupación. No era lo que se esperaba. De hecho, según explica a este medio una persona que bien lo sabe, el plan de la cadena no era que Emma García regresara tan pronto. De haber ido todo por los cauces y audímetros esperados, Mediaset habría continuado explotando la fórmula Dulanto-Novo-Blanco. Unicorn Content, la productora de El programa de Ana Rosa, había hecho una fuerte apuesta después de acabar con el formato de Cuarzo.
La cadena tuvo sus más y sus menos con la productora Cuarzo y la quitó de un plumazo del fin de semana. Ya es verano aterrizaba para quedarse, pero no pudo ser. Me imagino esa llamada de emergencia a Emma García. Mejor aún: me imagino a Vasile y Emma, en el marco de una comida distendida tras jugar al pádel, acordando condiciones. "Emma, te necesito. El fin de semana te necesita. Vuelve, nunca debiste irte", se le habrá pedido.
Y ella accedió. Cuentan que han pedido a Unicorn el mismo programa de Viva la vida, la misma estructura, pero en versión Fiesta. En el nuevo programa de la salvadora Emma "la actualidad, la crónica social, el entretenimiento y la fuerza del directo constituirán la esencia de este nuevo formato, que contará con entrevistas e invitados destacados del mundo del corazón y un nutrido equipo de colaboradores".
Cinco horas de corazón y hasta casi los mismos colaboradores. Ay, lo que daría por que estuviera en el plató el magnífico, fresco y lenguaraz Sergio Pérez. Ojalá se cumplan mis plegarias y podamos verlo todos los sábados y domingos. Cuentan, y creo que es oficial, que María Verdoy hará las veces de copresentadora y también me alegro. No conozco a nadie que hable mal de ella y eso, en el mundillo de la televisión, es decir mucho.
Me dio mucha pena, tengo que decirlo, las caras de los tres presentadores titulares de Ya es verano el día de la despedida. Había dolor, pena y puede que algo de incomprensión. "Quería darle las gracias a todo el público, al equipo, a Mediaset. Hemos sido muy felices en este verano. Toda la suerte al que viene, gracias de corazón", decía Verónica Dulanto.
"Lo que llevo diciendo semanas. Me han dado la oportunidad de pasármelo como una niña, he conocido gente alucinante y nos han tratado tan bien, gracias, gracias, gracias", se despedía, por su parte, Marta González Novo. Y Frank Blanco cerraba, añadiendo: "Nos tenemos que ir, gracias por todo lo vivido, nos tenemos que ir porque ya no es verano".
Tres profesionales que ven cómo la televisión, la maquinaria interna, las decisiones que se toman en los despachos nobles de la cadena de Fuencarral, los aparta de la primera línea. Hoy me acordé especialmente de otra compañera que recibió otro mandoble: Toñi Moreno (49). Ella estaba tan feliz, tan plena, tan satisfecha con su Viva la vida... y llegó Emma y la sustituyó. Igual que ocurrirá ahora.
Al final, como también dice -y repite con frecuencia-, amargamente, Teresa Campos: siempre trabajan los mismos y en la tele siempre salen las mismas caras. Pues sí: hay cosas contra las que no se puede luchar. Emma García, bienvenida a tu cadena. ¡Salud y suerte!