Mercedes Milá ha vuelto al trabajo en plena recuperación de su fractura de húmero tras sufrir un aparatoso accidente con la bici. La incombustible presentadora acaba de estrenar Milá y Levy, su entrevista al actor cubano del que ha confesado estar absolutamente enamorada, William Levy, y está inmersa en la grabación de la tercera temporada de Milá vs. Milá, el formato en el que se reencuentra con diversos personajes a los que ha entrevistado a lo largo de su trayectoria.
La periodista acudió a la XIV edición del FesTVal de Vitoria-Gasteiz para presentar ambos proyectos de Movistar Plus producidos por Zanskar. En un encuentro con los medios, entre los cuales estuvo BLUPER, Milá habló de su pasión por el actor de telenovelas, su contacto telefónico con Pedro Sánchez o su actitud ante las críticas, entre otros muchos aspectos.
Siempre directa y cercana, Mercedes recuerda la grave caída que sufrió en Francia por espantar con la mano un tábano mientras paseaba por el campo con la bici. "Me acuerdo perfectamente del golpe, el ruido que hizo el hueso al romperse... Detrás venían mis hermanas y me vieron empotrándome en ese sitio, luego la bici se me cayó encima. Las bicis eléctricas pesan mucho, con lo cual fue complicado sacarla. Y ya ni te cuento lo complicado que fue sacarme a mí", explica.
Cuando por fin lograron sacarla de entre las zarzas, la presentadora confiesa que se quedó "llorando en el suelo" y con un dolor "espantoso". Pese a que en el hospital de Francia le aseguraron que no se trataba de una fractura grave, al llegar a España cambió el diagnóstico y tuvo que ser intervenida. "Al llegar a Barcelona me hice un TAC que me recomendó un médico amigo y ahí fue donde se vio el horror de los horrores".
"Lo pasé muy mal, muy mal", lamenta la periodista, aunque sin perder su habitual energía y optimismo en una recuperación en la que, sin duda, ha sido muy importante la figura de William Levy.
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"Levy tiene una cuestión animal que hace de él un hombre con una atracción superior a todo, porque yo he ligado con tíos muy guapos y en nada se parecen, ni borrachos", asevera Mercedes, que afirma que el actor de Café con aroma de mujer es "un tío generoso, natural y un gran actor". Tan bueno lo considera que hasta ha llegado a pedir un Oscar para él. "Hay gente que dice que no es bueno, pero para mí lo es", espeta.
Para los espectadores no es habitual ver a Mercedes Milá tan entregada a un personaje, comportándose como una más de su legión de fans. Lo cierto es que para ella esta experiencia también es nueva: "Nunca había pertenecido a un club de fans, jamás tuve un encoñamiento de alguien, sea actor, sea músico, sea pintor. Tanto no, la verdad. No recuerdo nada ni parecido", confiesa.
La química entre la presentadora y el actor ha llegado hasta tal punto que él la ha llamado a las cuatro de la madrugada para interesarse por su recuperación. Pero el de Levy no es el único contacto importante en la agenda de la Milá, pues también se comunica con cierta periodicidad con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
"Le mandé un mensaje para felicitarle por su actuación en el Senado. Me pareció fabulosa y se lo dije", revela la periodista, que asegura que Sánchez le agradeció su mensaje y le preguntó por su hombro.
Pese a que en su trayectoria ha tenido el privilegio de entrevistar a políticos de primer nivel, la periodista reconoce que nunca había tenido el número de un presidente del Gobierno, algo que le parece "muy útil" para que los políticos no pierdan "el contacto con la calle". Por ello, Mercedes no duda en escribir a Sánchez de vez en cuando: "Cuando hay algo que me gusta o que no, se lo mando".
Pero, ¿cómo mantiene Mercedes Milá los pies en la tierra? La veterana comunicadora asegura que su exmarido, José Sámano, fue el primero que le restó importancia a su fama. "La primera vez que me vio firmando un autógrafo, que yo me quedé helada porque no me había pasado nunca, él me dijo 'esto que te acaba de pasar no tiene ninguna importancia, no te vayas a equivocar'. Eso se me quedó grabado", comenta.
Además, hay otro aspecto que en estos años la ha ayudado a mantenerse en el suelo: las críticas. "Yo he recibido muchísimas críticas muy malas en muchos momentos y eso también te hace tener los pies en la tierra", relata Milá. Muchas de esas críticas llegaron cuando se puso al frente de Gran Hermano. "Siempre repetían lo mismo: '¿cómo puede esta tía que está haciendo periodismo hacer esto?'", cuenta Mercedes, que supone que con su entrevista a William Levy podrán pensar lo mismo, pero es rotunda a la hora de valorar esas críticas: "Me la sopla".