2013 fue el año en el cual La 1 dejó de emitir los famosos y clásicos culebrones que tantas alegrías le habían dado durante décadas. Los sustituía por el polémico programa Entre todos que, casualidades de la vida, era retirado a los pocos meses de su estreno por baja audiencia. Los espectadores de la tarde querían ver sus famosos seriales que, de golpe, La 1 había decidido borrar de su programación. Años antes había hecho lo propio en la programación matinal.
La excusa no era otra que estas producciones estaban “pasadas de moda” ante un nuevo contexto televisivo donde los espectadores, aseguraban desde la Corporación, reclamaban nuevos contenidos. Fernando López Puig, por aquel entonces director de cine y ficción de TVE, declaraba “creo que los contenidos de televisión han cambiado tanto en tan poco tiempo que ahora hay cadenas que dedican un tiempo especial a este género. Ahora es difícil introducir otra vez en La 1 la telenovela”.
Pero precisamente a finales de ese mismo año, la que fuera Defensora del Espectador, Oyente e Internauta, Elena Sánchez admitía que la cadena pública había recibido en 2013 hasta cuatro veces más de quejas por suprimir las telenovelas que por emitir Entre Todos. Sin embargo, La 1 ponía la cara de lado ante lo que demandaban sus espectadores, acostumbrados durante tantos años a ver telenovelas latinoamericanas después del Telediario. Incluso en dobles raciones.
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Eso sí, la cadena tomaba una decisión que hoy, casi una década después, continúa fomentando: la de producir series nacionales de emisión diaria como Acacias 38, Mercado Central o Centro Médico, entre otras. Sin embargo, el resultado no ha sido el mismo ni de lejos. De hecho, si echamos la vista atrás, una de las últimas telenovelas latinoamericanas emitidas fue Soy tu dueña, que lideraba su franja de emisión con cerca de 2M de espectadores y un 16% de share cada tarde.
El último vestigio latino en las tardes de La 1 donde antes destacaron las grandes cifras de audiencias conseguidas por series como Cristal, La dama de rosa, Rubí, Agujetas de color de rosa, Teresa y otras tantas, que durante décadas habían acompañado a diferentes generaciones, consiguiendo audiencias de más de tres millones de espectadores cada tarde, ya con la competencia de las televisiones privadas.
Desde que estas series dejaran de emitirse -y desde que Amar en tiempos revueltos migrara a Antena 3 bajo el nombre de Amar es para siempre-, la realidad es una: las tardes de La 1 no han vuelto a tener, ni de lejos, la misma audiencia. Casi diez años sin telenovelas extranjeras mientras éstas arrasan en Nova e incluso triunfan en varios primes times de Antena 3 -aunque sean de procedencia otomana-. También lo hacen en plataformas como con la exitosa Café con aroma de mujer, serie protagonizada por William Levy y que se ha convertido en uno de los éxitos históricos de Netflix.
Unas tardes agónicas durante ya demasiados años
Que las audiencias de La 1 hacen aguas por demasiados lados es un hecho. Aunque no son competencia ni de Antena 3 ni de Telecinco, tan solo los Telediarios, El Cazador y Aquí la tierra pueden considerarse las emisiones diarias con mayor aceptación de la cadena pública. Sin embargo, el bajón sufrido esta temporada por Servir y proteger y la cancelación de España Directo, vuelven a situar a la franja de tarde como la más complicada para la cadena.
Enfrente tiene a Tierra Amarga, que bien podría catalogarse como el culebrón turco que ha conseguido desbancar al que fuera el todopoderoso Sálvame, y ayudar a que Antena 3 gane las tardes, los días y en su justa medida, el mes. Mientras, en Nova, algunas de sus telenovelas de tarde reúnen a grandes legiones de seguidores, ya no solo de series turcas sino también de series latinas que fácilmente superan los 300.000 espectadores, cifra que les basta para ser algunas de las emisiones de la TDT más vistas del día. ¿Conseguirían más audiencias estas series en un canal con mayor visibilidad como La 1?
Los culebrones han sido seguidos mayoritariamente, aunque no de forma exclusiva claro está, por mujeres y de más de 50 o 60 años. Un target que La 1 dejó escapar eliminando sus telenovelas y cuyos sucesivos intentos en esta década no han terminado de convencerles para que vuelvan a seleccionar a La 1 en el mando cada tarde. Y dejando de este modo escapar a dicho público a Sálvame y a las series de Antena 3 y Nova.
¿Es hora de que La 1 supere sus complejos e intente recuperar un producto, los famosos culebrones, que tantas audiencias le dieron durante tantas décadas? Una manera, quizás, de que el espectador de la tarde vuelva a conectar con La 1, una franja que parece caminar sola en una larga y agónica travesía por el desierto.