Si en España está siendo factible la cogobernanza, ¿por qué en Supervivientes no podríamos tener dos ganadores? Visto así suena muy improbable, pero en la historia del reality de supervivencia ha habido tantas cosas tan improbables que se han materializado en posibilistas. Lo de anoche fue brutal. ¿Hace cuánto no vibramos con una prueba de este concurso? El pariente lejano del rey Felipe VI y la periodista se dejaron la piel en la prueba más difícil del concurso. Hay quiénes la equipararon a la de Sofía Suescun y Logan en la edición de 2018.
Lo que está claro es que esta edición no ha cumplido con las expectativas, ni de la cadena ni de la propia audiencia. Partía con una muy buena base para convertirse en una muy buena y épica edición, pero finalmente no pudo ser posible. Hasta hace unos días, incluso pensé que por qué no podrían declarar desierta la final de este año. Pero estas son las cosas improbables que sucederían en Supervivientes. Ganador o ganadora debe haber. ¿Y ganadores? ¿Por qué no? Lo veo como una manera de darle un giro de tuerca al género. ¿No es precisamente lo que está buscando desesperadamente Mediaset?
¿Y quienes deberían ser esos dos primeros ganadores de la misma edición de la historia del formato? Claro, y evidente: Ignacio de Borbón y Marta Peñate. Uno por haber sido un superviviente impecable. Y la otra por haberse entregado a la otra faceta del concurso en cuerpo y alma. Ambos aúnan las características perfectas para un ganador impecable del concurso. ¿Y realmente habría otra opción más viable? Anabel Pantoja y para de contar. Ni Nacho Palau ni Alejandro Nieto deberían ganar la edición de 2022 de Supervivientes. Vamos que ni deberían ni se lo merecen. Anabel ahí está. Se lo merecería, pero tampoco me gustaría premiarla demasiado. Honestamente, me esperaba muchísimo más de ella como concursante.
[¿Conseguirá brillar Anabel Pantoja tras la salida de Yulen, su mayor carga en 'SV 2022'?]
Definitivamente, la historia con Yulen la ha lastrado absolutamente. Podría haber brillado tanto sola, que no necesitaba de nadie más para hacerlo. Nos ha acostumbrado a épicas y gloriosas tardes en Sálvame, que puso el listón muy alto para un reality. Creo que con un segundo puesto ya ganaría más que con el primer puesto del podio. Finalmente, el verdadero premio de la sobrinísima en Supervivientes no es haber encontrado un novio ni ganar, posiblemente. El auténtico sueño de la Pantojita ha sido quitarse la espinita que tenía con los realities de los que salió de manera abrupta ya fuera por decisión propia o de la audiencia. Habiendo aguantado tres nominaciones y casi 90 días de convivencia, ya puede darse por la auténtica ganadora de esta edición.
Por otra parte, como decía, ni Alejandro Nieto ni el bonachón de Nacho Palau, se merecerían ganar este concurso... por mucho que fueran maravillosos supervivientes. ¿Y qué? En todo caso, ¿eso da impunidad para actuar de la forma que una quiera por muy reprobable que sea? Entonces, llegado a este punto: Olga Moreno se merecía ganar la pasada edición de Supervivientes.
El primero no puede ganar porque aún creerá alguien que sus actitudes representan a alguien más que a sí mismo. Sus reprobables actitudes en el concurso han sido muy cuestionables por mucho que fuera un gran superviviente. No es legítimo. En el caso de Nacho Palau, no es tal como el de su compañero. Sin embargo, la expareja de Miguel Bosé ha sido un buen concursante, las cosas como son. Yo lo creía como un hombre bonachón, afable y muy emocional, pero menudo carácter se gasta. Sin embargo, algunas veces ha sido muy desconsiderado con sus compañeros y muy egoísta. Además, su premio es más económico que sentimental. Según tengo entendido, Palau ha sido el mejor pagado de la edición, con una cifra de escándalo que supera ampliamente, por ejemplo, al caché de Rocío Flores en la edición de 2020.
Sea como fuere, esta es la mejor edición para proclamar una victoria compartida para un concurso en el que siempre ha existido un único ganador. Marta e Ignacio deberían ser los primeros en alzar el cheque conjunto de la historia de Supervivientes. Salvando a Anabel, nadie más merecía ni quisiera acariciar la victoria.