En la temporada 4 de Maestros de la costura, el barcelonés Lluís Mengual quedó segundo en la competición, pues el concurso lo ganó Ancor, gran favorito del jurado y del público. Pero anoche, Lluís consiguió resarcirse y se alzó con el maniquí de oro de la quinta etapa del concurso, que ha estado compuesta por media docena de concursantes de otros años y otra media de nuevos aprendices.
A la gran final llegaron Lluís y Borja de los veteranos, y Pablo y Lili de la nueva hornada de concursantes. De la primera prueba de la noche salió Borja Hernández como duelista, y a continuación el resto de aprendices se enfrentaron a la ya clásica prueba del traje nupcial, en la cual cosen junto a un famoso.
En esta ocasión los invitados célebres del programa fueron Miki Nadal (que un día antes estuvo de visita en MasterChef), Patricia Conde y la actriz Pilar Castro. Ahí fue Lluís el que consiguió destacar por encima de sus compañeros, y consiguió un pase para la gran final. De esta forma, el último duelo estaría protagonizado por aprendices de otros años, mientras que los novatos tuvieron que conformarse con una tercera y cuarta posición.
Acompañados de familiares y amigos, además de por los compañeros de esta quinta temporada, Borja y Lluís tuvieron que confeccionar un traje inspirado en Giorgio Armani, y que fuese digno de una alfombra roja.
Las dos creaciones de los duelistas fueron muy complejas. Fiel a su sello personal, Borja apostó por un traje con plisados, que realizó de forma manual. Al diseñador vasco le generaba ciertas dudas el resultado del mismo, pues no estaba trabajando con su habitual horno ni frigorífico, pero no dejó que el miedo se apoderase de él. Por su parte, Lluís cosió 80 metros de plumas sobre su vestido.
Finalmente, los jueces optaron por elegir como ganador a Lluís Mengual, que conseguía cerrar la herida del “robo” que sufrió el año pasado, cuando Ancor se impuso en la final. El barcelonés ha ganado un curso de formación especializado en Diseño de Moda en el Centro Superior de Moda de la Universidad Politécnica de Madrid, un premio en metálico de 50.000 euros y el trofeo del programa, un maniquí de oro.
Aunque en teoría han concursado en igualdad de condiciones los aprendices veteranos y novatos, y hasta se han cambiado algunas reglas del programa para desdibujar las posibles ventajas (como es el caso de la primera prueba), lo cierto es que Lluís y Borja han partido con una ventaja muy grande respecto a Pablo y Lili. Es evidente que todos los repetidores han participado con una actitud muy diferente a las de su debut, conocen muy bien las mecánicas de la televisión y eso ha jugado a su favor.
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