Que una serie no vea la luz en una plataforma no quiere decir que ese sea su final. Siempre queda tocar otras puertas. Por ejemplo, antes de que se estrenara en Movistar, Bambú Producciones probó suerte con Netflix para poder sacar adelante Instinto, el thriller erótico protagonizado por Mario Casas que en un primer momento iba a tener como protagonista a Miguel Ángel Silvestre.
Y lo mismo ocurrió precisamente con otra serie de la productora de Ramón Campos y Teresa Fernández-Valdés: Las chicas del cable. La ficción, que contó con cuatro temporadas en Netflix, se presentó primero a Movistar ya que trataba precisamente sobre unas chicas que trabajaban en los comienzos de la operadora telefónica.
También ocurrió con Veneno, que antes de llegar a ATRESplayer PREMIUM pasó por los despachos de Netflix. Sin embargo, el vicepresidente de Contenido Original de España y Portugal, Diego Ávalos, investigado en su día por un comportamiento "agresivo e intimidante" contra empleados LGTBIQ+, terminó rechazando el proyecto.
Algo similar podría pasarle a la serie sobre la Guerra Civil española que preparaban Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña (Antidisturbios) para Movistar Plus+ después de que la plataforma haya decidido paralizar el proyecto, según publicaba en exclusiva el portal Vertele hace ahora dos semanas.
Según confirmaron a EFE fuentes de la plataforma, la serie había sido cancelada por motivos de estrategia comercial y podría retomarse en el futuro. Sin embargo, otras fuentes externas a la plataforma apuntaban a Vertele que esta decisión estaría motivada por cuestiones políticas.
Pues bien, según ha podido saber BLUPER en exclusiva, Sorogoyen y Peña no se dan por vencidos y en las últimas semanas han tanteado la posibilidad de sacar adelante su proyecto con alguna otraplataforma de las que operan en España. ¿El problema? Su alto coste. Y es que cada capítulo de la ficción tendría un coste de 3 millones de euros.
Superaría así a la serie más cara de la historia de la plataforma, La Peste, que tuvo un coste de pocos más de 1,6 millones por cada uno de sus seis episodios -10 millones en total- o a otras series de la competencia como Érase una vez... pero ya no, que costó 11 millones, a razón de 1,8 millones por caada uno de sus seis capítulos.
Y es justamente aquí es donde encajan las declaraciones de Movistar Plus+ hablando de "motivos de estrategia comercial" ya que aunque la plataforma sigue realizando una inversión anual en ficción de 70 millones de euros -la inversión total en Originales no deporte es de 100 millones-, está siendo más selectiva a la hora de elegir nuevos proyectos.
Más comedia y dramas coproducidos
De hecho, en los últimos tiempos, Movistar Plus+ se está decantando por el género de la comedia ya que, al ser ficciones con menos capítulos y con una producción más económica, cuentan con un menor presupuesto. Son series como Sentimos las molestias, Supernormal, Reyes de la noche, Nasdrovia o Vida Perfecta.
En cuanto al género del drama, la plataforma está priorizando aquellas series que llegan de la mano de un socio internacional. Ese fue el caso de La fortuna, que estuvo coproducida por AMC Studios; Dime quién soy, que contó con Telemundo; En el corredor de la muerte, con Studiocanal, o Hierro, con ARTE. Asimismo, sus excelentes ventas internacionales también le han permitido dar luz verde a la tercera temporada de La Unidad.
El problema con la serie de Sorogoyen y Peña es la dificultad para encontrar un partner internacional debido a la temática que trata y que hace difícil su venta internacional. Y todo ello con el riesgo que conlleva una ficción de estas características por posibles polémicas políticas.
[Más información: El dardo de Bob Pop a Movistar al recoger el Ondas: “Me echaron porque les resultaba incómodo”]
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