Gema López y Jorge Javier Vázquez han protagonizado esta semana un tenso enfrentamiento en Sálvame. El presentador ha acusado a la colaboradora, con quien mantiene una estrecha relación personal, de estar "en un pedestal" y de actuar "como la oposición". "Tu posición en el programa es siempre la misma: no, no y siempre no. Eres una negacionista", le espetó el catalán.
El conflicto volvía a abordarse este martes, cuando el de Badalona decidía dedicarle una lección profesional a su amiga. "Aquí no hacemos ni periodismo ni cosas de estas. Esto es un juego, un espectáculo, no trata de que ver que colaborador tiene la dignidad más larga", aseveró.
"A tus compañeros muchas veces les haces sentir que están ligados a las órdenes de la dirección", proseguía Jorge. La colaboradora, que escuchó atentamente el 'chorreo' del presentador, le respondió de forma tajante: "Creo que es el juego de Sálvame y lo estoy jugando bien. Si estoy equivocada que me lo digan. Creo que no estoy en ningún pedestal".
Gema no dudó en acusar a Vázquez de tratar de censurar sus opiniones: "Lo único que vas a conseguir es que no diga lo que opine. Cada uno tiene libertad, hasta ahora la he tenido. (...) Me molesta lo del pedestal porque creo que diciéndome eso el que está en un pedestal eres tú", remató la periodista.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que Jorge Javier invalida las posturas de Gema, aunque sí es novedoso el hecho de que exponga abiertamente lo que le molesta de la actitud de su compañera: que no siempre está dispuesta a remar a favor de obra.
Semanas atrás de vivir ese conflicto en directo, Gema ya desmontó el juego televisivo del programa en medio del debate sobre si se podrían emitir las fotografías 'picantes' que Canales Rivera envió a una supuesta amante. Kiko Hernández aseguró que "si tú mandas conversaciones picantes a Gema y Gema las hace públicas, eso es un delito". Consciente de que estaba cargando contra el funcionamiento habitual del formato, el colaborador aclaró que no hablaba del programa, sino de la persona que lo hiciera.
"Es que como entremos ahí nos cargamos el chiringuito entero", intervino Gema, que calificó el debate como "hipócrita" después de que sus compañeros defendieran posturas contrarias a lo que diariamente muestran con sus actos al tratar la privacidad de otras personas.
Este mismo asunto, el de la publicación de conversaciones privadas, ya se había abordado en el plató días atrás, cuando se contempló la posibilidad de publicar los audios que Isabel Pantoja envió a Mila Ximénez durante el confinamiento.
"Dejémonos de buenismos falsos, todos sabemos que esto no se puede emitir", sentenció la periodista, que no accedió a jugar con la duda de si finalmente los espectadores podrían escuchar esos mensajes sonoros. En ese momento, Carlota Corredera cambió súbitamente de asunto. "Qué casualidad...", dijo con ironía Gema.
Estos son sólo los ejemplos más recientes que demuestran que la colaboradora es el verso suelto de Sálvame. Más allá de órdenes, juego televisivo y pinganillos, Gema a menudo antepone sus principios y nada a contracorriente en un programa en el que, como ella misma defiende, hasta eso contribuye a generar contenidos diariamente.
La dura crítica de Jorge Javier sólo puede entenderse como una forma de intentar censurar las opiniones de López que a menudo dejan al programa en una situación incómoda. "Es como si tú fueras la única colaboradora que sabe cómo va esta estructura y que si tú quitaras un palito todo se caería", llegó a decirle este martes. Y lo cierto es que no es la única que puede quitar ese palito, pero sí parece ser la única que se atreve a no cruzar determinados límites para conseguir audiencia.
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