Sálvame vive una de sus mayores crisis de audiencia desde su estreno en abril de 2009, hasta el punto de haber perdido el liderazgo en determinadas franjas de la tarde en favor de su máximo rival Antena 3.
Tanto en Mediaset España como en el programa son conscientes de ello. De hecho, desde el pasado el verano tras la llegada de Tierra Amarga a Antena 3, no han tenido inconveniente en tratar el asunto y analizar las razones.
De ahí que desde la cadena hayan querido tomar cartas en el asunto y este lunes estrenaban Sálvame Lemon Tea, una reformulación del primer tramo del programa con María Patiño y Terelu Campos como presentadoras.
Anunciado por sorpresa el pasado viernes, el formato rememoraría los tiempos de Aquí hay tomate, con las dos comunicadoras dando paso a vídeos en los que se repasaría la actualidad del corazón con el toque ácido e irónico que caracterizaba a aquel programa.
Pues bien, tras echar un vistazo al primer programa emitido este lunes, podemos decir que de momento no hay visos de ese toque ácido e irónico del Tomate. De hecho, hasta se ha visto a las dos presentadoras un tanto encorsetadas y a Terelu bastante desubicada, a la vez que incómoda.
La sensación era que este Sálvame Lemon Tea no es más que un Socialité (de tarde) para el que han buscado a otra persona con la que María Patiño pueda debatir y dar rienda suelta a sus alegatos.
Sin embargo, a pesar de que las dos presentadoras decían previamente que habían conectado muy bien, la realidad es bien distinta ya que Patiño y Campos son dos piezas de un puzle que en solitario funcionan, pero que juntas no encajan. O al menos de momento.
Tiempo y rodaje
La idea de juntar a dos de las presentadoras más virales de nuestra televisión y objeto continuo de memes era buena, pero llevarla a cabo no es tarea sencilla. Se necesita mucho tiempo y rodaje para hallar esa química en pantalla y que no parezca algo frío y artificial.
Pero, al final es lo de siempre en Telecinco. Se nota en exceso que este nuevo programa se ha montado deprisa y corriendo y, sobre todo, con un presupuesto corto para la tamaña tarea de levantar la audiencia. Y eso que Mediaset España cerró 2020 con 178 millones de beneficio.
En La Fábrica de la Tele han demostrado a lo largo de los años que si algo no les funciona, se cambia sobre la marcha. Sin embargo, el espectador ya se ha acostumbrado a que Sálvame es ruido, chascarrillo y un patio en el que cada uno opina una cosa.
Y Sálvame Lemón Tea no puede estar más alejado de eso. Se ha pasado de un corrillo de vecinas que se sientan al calor del brasero de la mesa camilla a tomar café con perrunillas, a la quedada de dos amigas un tanto pijas para tomar el té. Y, obviamente, no hay color.