Un enigmático personaje llamado El Profesor (Álvaro Morte) planea algo grande, único: llevar a cabo el mayor atraco de la historia en la Fábrica de Moneda y Timbre. Para ello recluta una banda de ocho personas que reúnen un único requisito: ninguno tiene nada que perder. "¿Cómo te suenan 2.400 millones de euros?", es lo que le plantea a Tokio (Úrsula Corberó), una joven experta en atracos que se encuentra en busca y captura por la policía.
Ésta era la base de partida La Casa de Papel, la serie española creada por Álex Pina (Vis a vis, Los hombres de Paco, El embarcadero) que se ha convertido en un gran fenómeno a nivel mundial y que servido como gran vehículo para visibilizar la ficción patria a lo largo del mundo.
También ha sido un gran producto de marketing que ha reportado grandes beneficios a su productora VANCOUVER Media desde su creación a mediados de 2016, tras la salida de Álex Pina de Globomedia después de casi 20 años como guionista y productor ejecutivo.
Entonces, tal y como publicó BLUPER en exclusiva, el navarro decidía iniciar una nueva etapa profesional con el apadrinamiento de Atresmedia, que se reservó el 20% de acciones de la nueva compañía. "En un momento apasionante para los contenidos, las series y para la ficción en general. Y lo hago, como siempre, intentando aportar una mirada diferencial a cualquier género posible", aseguraba el guionista y showrunner.
En la nueva etapa con VANCOUVER Media, "el objetivo de Álex Pina es reunir a un equipo de creativos con capacidad para innovar en el terreno de la ficción y afrontar, posiblemente, la etapa más efervescente en el panorama de las series de televisión”, añadían desde la productora.
Beneficios disparados
En su primer año, VANCOUVER Media tuvo una facturación de 8,8 millones de euros, con un beneficio neto de 822.000 euros. Sólo un año después, con su salto a Netflix, sus ganancias se multiplicaban de forma automática hasta los 3,8 millones de euros, tras registrar unos ingresos de 19,1 millones de euros en 2018.
Según publicó entonces Cinco Días, la mitad de los beneficios (1,9 millones) fueron destinados a dividendos, repartidos en un 80% para Pina (1,5 millones de euros) y un 20% para Atresmedia a través de su filial Inversión y distribución global de contenidos.
A esos 1,5 millones d euros, Pina sumó 50.000 euros como distribuidor único de la sociedad, 18.000 euros como consejero delegado y 80.000 por "trabajados ordinarios como director general". En total fueron 148.000 euros brutos.
Ya en 2019, con la producción de otras series como El Embarcadero (Movistar) o White Lines (Netflix), las ventas se dispararon hasta los 37,9 millones de euros, generando un beneficio de 10,7 millones de euros.
Un año después, en 2020, la pandemia hizo que el beneficio de la productora bajara hasta los 6,5 millones de euros, a pesar de que sus ingresos fueron mucho más superiores con 46,1 millones de euros. El pasado año, además de La casa de papel, la productora también produjo Sky Rojo (Netflix).
De estos 46,1 millones de euros, un 99,6% de su facturación (45,9 millones de euros) procedieron de la plataforma norteamericana. Los ingresos procedentes de España sólo fueron de 158.872 euros.
De esta manera, en apenas cuatro años, la factoría de Álex Pina ha conseguido incrementar sus ingresos en un 424% gracias al "rápido crecimiento de la compañía, traducido en un mayor número de proyectos de producción de series".