La semana pasada Carlos Sobera anunciaba la repesca de Secret Story: La casa de los secretos. El reality daría una nueva oportunidad a alguno o algunos de los expulsados, ya que Sobera dijo literalmente “no sabemos si van a subir uno, dos, tres o cuatro” concursantes.
Este domingo, en Secret Story: La noche de los secretos Mediaset reunió a los cinco aspirantes a entrar de nuevo al concurso: Miguel Frigenti, Adara Molinero, Emmy Russ, Lucía Pariente y Fiama Rodríguez. De todos ellos dos serían expulsados, y tres volverían de forma temporal a Guadalix de la Sierra. Así, a través de los votos de la audiencia los elegidos fueron Frigenti, Molinero y Pariente, los tres que más juego habían dado con diferencia.
Solo uno de ellos ha llegado para quedarse a partir del próximo martes 9 de noviembre, cuando se anuncie al elegido por el público. Mientras tendrán que convivir en la llamada habitación blanca.
Durante la gala la organización propuso que cada uno dijese por qué no debían entrar el resto de compañeros. Ahí Lucía Pariente fue muy dura con Emmy Russ, quien tiró la toalla en sus últimos días de convivencia. “Decidió marcharse voluntariamente y no se puede variar de opinión. Los demás tenemos derecho a volver, porque hemos vivido eso con una intensidad terrible”, dijo la militar, mientras que la alemana le respondía que todos se merecían una segunda oportunidad.
Adara Molinero fue contra Miguel Frigenti, diciendo que el periodista frenaba la relación de Cristina y Luca. “Yo quiero ver un edredoning ya, porque esa pareja es verdadera”.
En la noche del domingo también se limaron asperezas. En concreto, Lucía Pariente le pidió disculpas a Adara Molinero por el polémico tuit de unas semanas atrás en el que le recriminó que no tuviese relación con su padre, y que le provocó un ataque de ansiedad a la que fuese sustituta de Sofía Cristo en la competición.
“Yo no me fui mal con ella, no me llevaba mal con ella y no tenía necesidad de crearme ningún enemigo. Habrá mucha duda, realmente no era malo y lo digo como es” dijo Pariente, cuando ambas estuvieron a solas. Adara no se creyó en principio a la madre de Alba Carrillo y calificó su mensaje como un gesto de “mucha maldad”. “No era oportuno, podías haberme dicho mil cosas como concursante, como persona, como todo, pero meter a mi padre...”, lamentó la que fuese ganadora de Gran Hermano VIP. Sin embargo, al final del encuentro, ambas terminaron firmando la paz.