Atresmedia ya tiene cerrado el casting para Dos años y un día, la nueva comedia de ATRESplayer PREMIUM protagonizada por Arturo Valls y que cuenta la historia de un conocido actor y presentador que acaba en la cárcel por un delito contra los sentimientos religiosos.
Pues bien, según ha podido saber BLUPER, una de sus protagonistas será Adriana Torrebejano, que dará vida a la directora de la cárcel donde cumplirá su condena Carlos Ferrer, el personaje interpretado por Valls.
También se suma al reparto el actor Fernando Gil, con quién precisamente coincidió en la serie El Rey, y que hará de guarda de la cárcel; y a Amaia Salamanca, que según avanzó Fórmula TV interpretará a la mujer del protagonista.
Torrebejano, a la que también podremos ver junto a Valls en la comedia de HBO España, Sin novedad, continúa así su romance con el grupo Atresmedia, donde lleva intercalando trabajos desde 2015 cuando dio vida Soledad en El Secreto de Puente Viejo.
En aquella serie se mantuvo durante 367 episodios para después saltar a la serie Cuerpo de élite en 2018 y a Amar es para siempre en 2019 con el personaje de Lourdes Ordoñez durante 259 episodios.
La actriz catalana, que se dio a conocer al gran público con Tierra de lobos, también ha trabajado en series como Hospital central, De repente, los Gómez, C.L.A No somos ángeles, Abuela de verano, Ciega a citas u Hospital Valle Norte.
Actualmente está pendiente del estreno del programa de cocina de Amazon Prime Video, Celebrity Bake Off España, donde ha sido concursante junto a personajes como Esperanza Aguirre, Esty Quesada, Chenoa, Soraya Arnelas, Andrés Velencoso o Yolanda Ramos.
Por su parte, Gil es conocido por su participación en series como Felipe y Letizia, donde dio vida al actual rey Felipe VI, Los Quién, Fenómenos, El Rey, El Príncipe, Anclados o Servir y proteger. En cine también se la ha visto en Sin rodeos o Padre no hay más que uno.
Así es ‘Dos años y un día’
Carlos Ferrer es un actor y presentador que lleva doce años disfrutando del cariño de todo el país, pero cuando es elegido para dar el pregón de Carnaval en un pequeño pueblo de Sevilla, hace una broma que le provoca una demanda por delito contra los sentimientos religiosos admitida a trámite por un juez devoto y que acaba con Carlos en la cárcel.
Una vez en prisión, comprobará que los clichés no son tan acertados y que en el fondo no se está tan mal… Una vez dentro, Carlos es la celebridad, el preso con el que todo el mundo quiere hacerse selfies