Tras dos meses de competencia, Drag Race España elegía anoche a su primera ganadora. Carmen Farala, Killer Queen y Sagittaria habían conseguido el honor de ser las mejores de la temporada, aunque les quedaba lucha por una última vez.
Tras un saludo de Valentina, la reina latina de la temporada 9, se les propuso a las concursantes grabar un videoclip de un tema de RuPaul, ‘You wear it well’, y parecía el mayor reto era hacer la sincronización de labios de un tema en inglés.
Trabajaron con un coreógrafo que no les pidió gran cosa, y el resultado final fue un poco pobre. El vídeo, como tal, nos ofrecía algunos primeros planos del lipsync y planos a contraluz de las reinas bailando de forma libre. Al final de la canción, Carmen, Killer y Sagittaria salían al escenario y terminaban la coreografía en vivo. En Estados Unidos ya nos habían acostumbrado a otro tipo de videoclips, más complejos y dinámicos, y en ese sentido, las comparaciones resultaron odiosas.
Carmen Farala, hasta ese momento, era la favorita para ganar la edición, pues era la finalista con más episodios ganados, pero la edición del programa nos hizo dudar de su corona. En esta prueba parecía que Carmen era el eslabón más débil, pues hacer playback en inglés no es su mayor destreza.
Poco después, además, la vimos tener unas palabras muy sinceras con Sagittaria que parecían un cuchillo de doble filo. Se quejó de lo poco que Sagi se ha abierto con sus compañeras, que más allá de sus trajes y pelucas casi no la conocen. ¿Nos iban a convertir a Carmen en una villana en el último capítulo?
Tal como es costumbre, la pasarela final fue 'tu mejor drag' y cada una llevó un traje que las identificase. Killer Queen salió con un look inspirado en Úrsula de La Sirenita, quien a su vez bebió de la drag queen Divine. Carmen Farala llevó un traje largo, en la línea de la modelo de pasarela que lleva dentro de sí. Alrededor de la cintura llevaba una sobrefalda con mucho volumen, que le dotaba de una hermosa silueta (y ciertas dificultades al andar, pues hasta se tropezó en su gran día). Y Sagittaria, por último, llevaba un traje negro que jugaba con cierta fantasía de desnudez y que le quedaba como un guante, y que potenciaba su delicada belleza.
Tras todo tipo de cumplidos por parte de los jueces, llegó la hora del lipsync final. Los jueces dejaron claro que se juzgaría tanto la actuación como toda la trayectoria en el concurso.
El tema elegido como broche de oro de la edición fue 'La gata bajo la lluvia' de Rocío Dúrcal. Un tema dramático y lento, que no invitaba a las reinas a abrirse de piernas ni a hacer florituras físicas. Estaban obligadas a desgarrarse por dentro si querían la corona.
Killer lo dio todo con mucha elegancia, Carmen estaba jugando bien sus cartas, y Sagittaria sin embargo parecía más desubicada. Casi al final de la canción, Carmen Farala se marcó un Roxxxy Andrews con un 'wig over wig', y se arrancó la peluca para enseñar otra diferente. Así, terminó la canción con el cabello mojado, un detalle que complementaba la letra de la canción, y que resultó completamente efectista.
El jurado habló a continuación, y sin sorpresas, Carmen Farala fue coronada como la primera reina de Drag Race España. "Ha sido un camino duro y no me creo que tenga esto en la mano", decía al recibir la corona y el cetro de ganadora.
Ciertamente, Carmen Farala se ha coronado como la mejor de la edición con todas las de la ley. Recordemos que ha sido quizá la reina que mejores modas ha ofrecido, algo que tiene un mérito doble pues ella misma se hace los vestidos.
Ha tenido una madurez suficiente para entender que Drag Race es, ante todo, un concurso de televisión, y se ha ido superando día a día, adaptándose a las circunstancias. Incluso se ha demostrado a sí misma que sabe hacer comedia, y que con las compañeras es más simpática y cariñosa de lo que quería proyectar aquel día que entró hablando del "equipo antifeas".
Además, hay que admitir que, aunque no hubiese ganado, Carmen Farala ya había escrito su nombre en la historia del programa gracias a varios retos. Su traje confeccionado con una funda de colchón y bolsas de Ikea fue una pasada y su roast fue una delicia. Pero quizá la prueba por la que más la recordarán fuera de nuestras fronteras es por el make over, el día que tuvo que convertir a un jugador de rugby en su familia drag confeccionó de la nada dos modelazos inspirados en Sherlock Holmes y Watson. Sin olvidarnos de la pasarela de 'Arte español', cuando pintó su falda en directo.