El quinto programa de Drag Race España empezó con una idea muy clara: Dovima Nurmi no quiere ni en pintura a su compañera Hugáceo Crujiente. En teoría no ha pasado nada entre ambas, pero Dovi se ve por encima, a pesar de que Crujiente ha ganado un maxi reto y ella no. Parece que de la zorra redimida ya no queda nada.
El minirreto de esta semana consistía en vendimiar. Por parejas, las participantes debían pisar uvas y ser el equipo que más zumo recogiese. La prueba podría haber sido más graciosa si la hubiesen hecho con un drag rápido, o hacer la prueba en tacones, algo más, la verdad.
Carmen Farala y Pupi Poison trabajaron muy bien juntas, y Pupi hasta admitió que una “amistad es posible” entre ambas. Recordemos que Carmen, hasta la fecha, se ha mostrado demasiado altiva, y sus mayores aliadas son Dovima Nurmi y Sagittaria, con las que, como ya dijimos, ha formado unas Rolaskatox ibéricas.
El reto de la semana consistía en hacer una parodia de la serie Física o química, Básica o cínica, dirigida por los Javis. Una idea que en principio era muy buena, y recordaba a aquella de Sensación de vivir de la temporada 9, en la que contaron con la dirección de Tori Spelling y Jennie Garth.
Pupi fue un equivalente a Olimpia (Ana Milán), la profesora más borde de Física o Química, y Carmen se metió en el papel de MariFer, un fantasma inspirado en Fer (Javier Calvo). Dovima tuvo un personaje similar al de Yoli (Andrea Duro), la zorra poligonera y Killer Queen fue una especie de Alma (Sandra Blázquez) loca de la cabeza. Por último, Hugáceo fue una versión drag de Gorka (Adam Jezierski) y Sagittaria interpretó un personaje como el de Paula (Angy Fernández).
El guion de Básica o cínica podría haber sido mejor, la verdad, como sucede en muchas pruebas de interpretación. Para las participantes era una presión añadida que Javier Calvo fuese a dirigir y luego juzgar este show, teniendo en cuenta que él mismo participaba en la serie original.
Durante la grabación, Hugáceo Crujiente parecía la participante más débil. No se sabía bien su papel, y demostró, de nuevo, que no hay una gran actriz detrás de su sofisticada apariencia. Pupi parecía estar en su salsa, Carmen Farala se rebeló como una roba escenas en el mejor de los sentidos, y Dovima y Killer Queen no terminaban de funcionar, ni de forma individual ni conjunta.
Tras la grabación, Dovima volvió a atacar a Hugáceo, al que ya se le inflaron los tacones. “Eres una caca de persona”, llegó a decir crujiente a la catalana, un poco ya hasta las narices. Para Dovima, a Hugáceo se le está dando “mucha atención” y hacía valoraciones como que “se tenía que haber ido ya”. Olvidando que, hasta el momento, ella misma ha estado dos veces con un pie fuera del programa y jamás ha estado en lo más alto de la clasificación.
Dovi, además, se ve respaldada por Sagittaria y Carmen Farala; las tres tienen una micro burbuja en la que se sienten cómodas criticando a las demás. Como espectador, me pregunto que dónde queda aquella enemistad que tenían Sagittaria y Dovima que parecía que tanto nos iba a divertir; igual han pensado que más vale malo conocido que bueno por conocer, y de ahí su alianza.
En la pasarela se presentó a la cantante Olvido Gara, Alaska, como invitada. El huracán mexicano saludó diciendo un “hiii” un tanto extraño y se presentó como “la otra Alaska”. Y es que para los fans no españoles del universo de Drag Race, Alaska es una participante de la temporada 5, y la ganadora del All Stars 2.
La categoría era “arte español” y la pasarela fue sobresaliente. Dovima Nurmi salió como un cuadro desmontado de Dalí, con el lienzo cayendo por detrás como una capa, y Pupi Poison fue una versión gamberra de Las Meninas de Velázquez, que enseñaba su ropa interior en mitad del desfile.
Killer Queen homenajeó dos cuadros de Salvador Dalí, La persistencia de la memoria y Jirafa en llamas; además, llevó un bigote picudo en homenaje como al pintor. Hugáceo Crujiente, en su línea, hizo una interpretación libre de la categoría y fusionó el aspecto físico de Miguel de Cervantes con la obra del ilustrador Ricardo Cavolo.
Sagitaria, en un look sencillo, pero completo, emuló la Mujer con cabeza de rosas de Salvador Dalí, aunque por la pasarela se pisó el traje un par de veces. Y por último, Carmen Farala se inspiró en la menina de Miró y llevó un traje que soltaba pintura en el escenario, un truco que hasta ahora no habíamos visto en las más de 20 temporadas del programa entre versiones estadounidenses y de otros países. ¡Bravo Carmen por demostrar que siempre se puede innovar!
Según la valoración de los Javis, Dovima Nurmi estuvo muy bien en la prueba de interpretación y que había hecho reír, aunque Supremme de Luxe la vio baja. A mí Nurmi me pareció de las más flojas, y tampoco la vi tan graciosa como nos la querían vender, aunque el personaje tampoco daba para más.
A Killer le criticaron que le faltaban matices (su personaje era una loca de remate que no cambiaba de tono en toda la prueba) y también criticaron a Hugáceo por no fluir en su interpretación. A Sagittaria le dijeron que había sido “una fantasía de Angy”, que tampoco me pareció tanto desde casa, y a Carmen Farala le aplaudieron como era de esperar.
El momento más duro de la noche vino tras las críticas. Las compañeras debían señalar a una compañera para irse a casa, y todas dijeron que Hugáceo. Hugáceo, por su parte, apuntó a Killer Queen.
Entre bambalinas, Hugáceo dijo dolido que no se esperaba la valoración de Sagittaria, con la que había compartido escena. El defensor del lema ‘un concepto de drag diferente’ le recordó que le había ayudado en el reto, dándole buenas ideas que había tomado. Sagittaria echó balones fuera, con argumentos de poco peso, demostrando que se le da mejor criticar de espaldas y cuando está escudada por Dovima y Carmen que cara a cara.
En el top estuvieron Carmen Farala y Pupi Poison, quien al fin gana un reto. Dovima y Sagittaria se salvaron en el quinto episodio de Drag Race España, y al lipsync fueron Hugáceo Crujiente y Killer Queen. La canción que tenían que defender era espectacular, y aunque en algunos momentos parecía que Killer no se sabía bien la letra, terminó ganando el último desafío.
Así, vimos a Hugáceo Crujiente abandonar el programa. Se convierte así en una especie de Mayhem Miller, que tras ganar el primer desafío se convirtió también en la quinta expulsada.
Con la competición de Drag Race España ya entrando en su recta final (quedan cinco reinas), las estadísticas están demasiado igualadas y no hay una clara favorita. De las que quedan, cuatro han ganado un maxi reto, ninguna ha ganado dos pruebas hasta ahora, y solo Dovima no ha ganado nada. Además, la marcha de Hugáceo deja claro que la siguiente en irse puede ser cualquiera, aunque haya ganado algo anteriormente.
Y atentos a la semana que viene, que llegan dos pruebas de las más épicas del concurso: la imitación con marionetas y el roast. A ver cómo se les da el criticar a los miembros del jurado.