ATRESplayer PREMIUM estrena el 27 de junio La reina del pueblo. Esta comedia, creada por Víctor Santos y Raúl Navarro, cuenta la historia de una pandilla de amigos en las fiestas de su pueblo, una localidad ficticia llamada Polvaredas de la Sierra.
Aunque hay multitud de productos audiovisuales capaces de sumergirse en la España más castiza, esta ficción lo hace con un enfoque muy especial. A través del contraste entre la juventud actual y el mundo adulto, logra retratar con pinceladas de humor el choque generacional que tiene lugar cada verano en los pueblos de España.
Un elenco que mezcla tradición y talento joven
El grupo de protagonistas de La reina del pueblo se compone de cuatro personajes: Inma, interpretada por Lucía Caraballo; Estefi, a la que da vida Ana Jara Martínez; Javi, encarnado por Omar Banana, y Nicole, representada por Cristina Colom. Aunque al principio parece que no encajan, la mezcla de personajes funciona cuando queda patente que cada uno de ellos representa una realidad social.
Mientras Inma lucha por hacerse con la corona de reina de las fiestas, Estefi se rebela contra el conservadurismo inherente a ciertos pueblos. Por su parte, Javi muestra cómo es ser homosexual en el mundo rural mientras Nicole, a través de la razón que la lleva a pasar el verano en Polvaredas de la Sierra, expone los claroscuros del mundo de los influencers.
A pesar de apostar por lo juvenil, en esta serie también hay sitio para actores veteranos como Roberto Álamo, Canco Rodríguez o Melani Olivares. Esta última, avalada por una extensa trayectoria, consigue dotar a La reina del pueblo de un cierto toque noventero al interpretar a Estrella, una ex Miss España y otrora Mama Chicho que bien podría haber nacido de la fusión de Estela Reynolds y María Jesús Ruiz.
Así, en una mixtura donde todo tiene cabida en su justa medida, la generación Z y el pasado que siempre vuelve se encuentran en un enclave ficcional donde hay algo que nunca para: la fiesta.
Sentirse como en casa
Aparte del elenco, el punto de conexión principal de La reina del pueblo con el espectador es su localización que, como sucede en ficciones como Hierro, es un personaje más. Mientras una joven candidata a reina lucha contras los dimes y diretes y una famosa estrellada intenta encontrar su lugar, la agenda de las fiestas patronales de Polvaredas de la Sierra va marcando la pauta.
De esta forma, se genera una atmósfera que resultará familiar a cualquier persona que haya nacido en un pueblo o vivido sus verbenas. Las noches de feria, las ofrendas a la Virgen, la pirotecnia, las orquestas, las chocolatadas y algún que otro éxito de Estopa son algunos de los ingredientes de los que La reina del pueblo se nutre para construir un retrato fiel de una pequeña localidad española en época estival.
A esta historia y ambiente marcados por lo bucólico se le añade un contrapunto moderno a través del guion. El cuarteto protagonista utiliza los neologismos propios de los postmillenials, haciendo uso de términos como mood o DILF. La banda sonora tampoco renuncia a lo actual e incorpora canciones como Amor de verano de Colectivo Da Silva o Disco Jet Lag de Samantha Hudson.
La reflexión que deja
Mas allá de un relato correctamente narrado y que conseguirá hacerte reír, La reina del pueblo puede incitar a la reflexión. A través de su historia, que se nutre de la nostalgia, muestra cómo miles de municipios en nuestro país solo conocen la alegría una vez al año, cuando llegan sus fiestas patronales.
Porque, cuando las luces de la feria se apagan y el aire ya no huele a churros, estas pequeñas localidades viven la crudeza de la despoblación, la falta de servicios y un éxodo rural que parece imparable. Una decadencia similar a la del personaje de Melani Olivares que, al igual que estos pueblos, es una estrella fugaz que brilla un verano y vive con la incertidumbre de qué pasará el siguiente.