"Hoy es un día muy triste para todos nosotros, el más triste de toda la historia de Sálvame, porque hemos perdido a nuestra compañera y amiga Mila Ximénez". Con estas palabras introducía Jorge Javier Vázquez el especial que Sálvame ha tenido que emitir este miércoles con motivo del fallecimiento de su colaboradora.
Telecinco tenía previsto prescindir ese día de la entrega del programa con motivo de la Eurocopa, pero el triste desenlace de Mila precipitaba una emisión que, sin embargo, no fue improvisada. Y es que el entorno de la periodista conocía desde hace un tiempo el inevitable final que se ha acabado produciendo.
Tras la muerte de la colaboradora, cobran sentido las miradas tristes tras las sonrisas de sus compañeros, que han afrontado con envidiable estoicidad el momento más duro de su enfermedad, dedicándole un homenaje silencioso y discreto en cada una de las entregas de Sálvame de la última semana.
Como han hecho a lo largo de los días previos a la muerte de Mila, este jueves sus mejores amigos del programa tampoco han querido faltar al especial con el que Sálvame, una vez más, ha sido un fiel reflejo de la más cotidiana realidad de sus espectadores. El formato convirtió el plató en el que Mila Ximénez vivió los mejores momentos de su carrera televisiva en un lugar de homenaje y de duelo sosegado, donde la tristeza también ha dejado lugar a la risa a carcajadas recordando anécdotas.
"He venido porque me has dicho 'a ella le hubiera gustado que estuvieras'", le confesaba emocionada Belén Esteban a Jorge Javier. El catalán fue, curiosamente, el encargado de levantar los ánimos y de cargar con el peso de la hora y media de programa a pesar de que la colaboradora era una de sus grandes amigas. "Mila ha escogido para irse el único día del año que no hay Sálvame", llegaba a bromear.
"Antes de que sucediera esto pensaba 'yo no quiero estar en la televisión ni presentar los programas', quería que mi relación con Mila quedara solo para mí, pero ahora siento la necesidad de hablar de ella", confesaba al final del programa, desvelando que pudo despedirse de su amiga. "Me dejó tranquilo verla como estaba, para mí ha sido sanador y se lo agradeceré a la familia y a mi amiga Mila siempre, jamás lo voy a olvidar".
El homenaje de este jueves ha sido la culminación de una tensa espera que Jorge Javier y los colaboradores han afrontado con entereza, permaneciendo frente a las cámaras pese a que sus mentes estuvieran con su amiga. El pasado jueves 17 de junio saltaban las alarmas sobre el preocupante estado de la colaboradora por la presencia de sus familiares en su domicilio de Madrid, incluida su hija, Alba Santana, que viajó urgentemente desde Ámsterdam para acompañarla.
Ese mismo día sorprendía la presencia en Sálvame de sus amigos más cercanos: Jorge Javier Vázquez, María Patiño, Kiko Hernández, Kiko Matamoros y Belén Esteban se unían en el plató, arropándose unos a otros para realizar su trabajo sin que ningún espectador se percatara de su dolor. Y así han permanecido hasta este miércoles.
Los más observadores, sin embargo, pudieron comprobar que, en cuanto pensaban que las cámaras no les enfocaban, todos estaban pendientes del móvil, hablando entre ellos con la preocupación reflejada en sus caras, aprovechando los segundos de descanso antes de que el foco volviera a centrarse en ellos, obligándoles a mantener el show y a mostrar su mejor versión.
Cualquiera que conociera mínimamente a Mila sabrá que la colaboradora no se regocijaba en el drama y detestaba cualquier muestra de lástima hacia ella. Es por esto que la actitud de sus amigos cobra especial importancia, pues entre todos decidieron no dejarse caer, seguir trabajando y homenajear a la colaboradora desde el plató en el que durante más de una década mostró su faceta más personal, sus virtudes y sus defectos, ante millones de espectadores fieles al formato.
Además de Jorge Javier y los colaboradores, tras los focos también ha habido todo un equipo que ha aparcado su dolor para hacer funcionar los engranajes del programa. La Fábrica de la Tele y sus trabajadores han dado una lección de profesionalidad en el que, probablemente, es el momento más complicado al que han tenido que enfrentarse en los 12 años de Sálvame.
Tanto la productora como Telecinco han estado en muchas ocasiones en el punto de mira por la forma en que han tratado asuntos delicados. De hecho, en junio de 2020 muchas voces críticas juzgaron que el programa cebara el cáncer de Mila anunciando que tenían una noticia "triste y dolorosa". Sin embargo, es de justicia aplaudir en esta ocasión la profesionalidad, la fuerza y hasta el humor con el que Sálvame ha afrontado los últimos días de Mila Ximénez.
Mientras los rumores macabros comenzaban a reproducirse en ciertos medios y la incertidumbre de la audiencia era cada vez más patente, la 'orquesta' de Sálvame seguía interpretando su melodía, guardando absoluto silencio sobre el estado de salud de la colaboradora y demostrando el respeto por su intimidad y por su familia que otros profesionales de la información no han tenido.
Hoy es inevitable recordar con una sonrisa los grandes momentos televisivos que Mila regaló al público. Sus enfados por tener que lucir variopintos disfraces, sus frases virales y hasta sus broncas más polémicas la convirtieron en historia del entretenimiento televisivo. En todos esos momentos estuvo rodeada por un equipo que hoy llora su adiós y que merece el más sincero reconocimiento y cariño.
Todos los miembros de Sálvame han dado una lección de profesionalidad disfrutando de la vida a pesar de la muerte, llevando por bandera el respeto a la intimidad de su colaboradora y el afán de entretenimiento con el que nació el programa. Sálvame, en definitiva, ha demostrado que pueden nacer sonrisas del dolor más profundo, que la tristeza no tiene por qué ser dramática y que la muerte no es el final. Hoy, más que nunca, "ni Mila, ni Milo, ni Milu, ni Mili".