Este miércoles Telecinco ha vuelto a probar suerte cambiando de día Supervivientes para cargarse Mask Singer. Una maniobra inteligente para algunos, de mala baba para otros, y ya peripatética para la mayoría. Hijos míos, si ya lo tenéis ganao, ¿para qué más? Porque hay que decir que las máscaras han retornado con menos vigorosidad y ruido que en la primera temporada: ahí, las audiencias. Crueles e inasequibles al talento. Pero este miércoles había un especial interés: ver a Ana García Obregón en acción, tras tanto padecido. El regreso de la artista después de su dramón y sus Campanadas. Estoy convencido de que muy pocas personas en España no han hecho zapping en esta noche.
La Ana de todos. Ana es querida desde siempre. Puede que un poco más de un tiempo a esta parte, así somos: jaque mate desde Antena 3. Elegancia 1- Juego sucio 0. Audímetros, aparte. Pero, vamos, yo me centro en mi menester: Supervivientes. Tom, Alejandro u Omar, nominados. Ya saben: el que menos votos tenga, se trasladará hasta Playa Destierro. Como siempre, han jugado una gala de recompensa, donde han batallado para un pollo asado con patatas y pimiento. Cómo nos comen, Dios. ¡Divertidísimo momento! Gianmarco, el más tiquismiquis, se debía meter en una piscina de barro. Debía el italiano acumular el mayor barro posible del cuerpo de los demás, y después escurrirlo en un cubo.
Ya saben: quien más litros acumule, gana. ¿Cuál es uno de los momentos más comentados y significativos de la noche? El paquete-miembro de Tom Brusse. Dicho de forma más elegante: sus partes pudendas. Alegres este miércoles. "¡Aplauso generalizado al regidor!", ruge y corona Jorge Javier. Al niño se le ven (o atribuyen o fantasean) todos sus atributos. Puede que sus únicos reconocimientos, cuando no conocimientos, sean aquellos. Quién sabe. Lo que está claro es que el francés ha aportado la imagen de la noche. Y él, por más que lo disimule, lo sabe. Porque él es de esa gente que se sabe y conoce guapa. Bella, peligrosa e ignorantemente sexy. Y poco o nada le hacen falta las palmas. Ay, mi abuelo y su mantra que siempre recuerdo: "Lo peor es que te digan guapo y te lo creas".
No puedo dejar de comentar la guerra de la noche: Olga Moreno vs. Tom Brusse. El tío es listo y no se apea de la polémica. ¡Olga ha firmado su expulsión esta noche! Mejor: ha vendido las entrañas del concurso, esas que sabe que la hundirán. Resulta que la mujer de Antonio David ha cometido el agravio imperdonable de nombrar a la madre de Tom. Solo nombrarla, no crean. Brusse se ha enfadado, y yo no he entendido nada. Ah, bueno, sí, entiendo que Olga ha destapado la gran mentira del concurso: anunciar que Sandra Pica informa de lo que acontece allende los mares. ¡BOOOOOMMM! ¿Perdona? Esto es muy fuerte. ¡Vende las entrañas del concurso!
"Con mi madre nadie se mete. Me ha molestado muchísmo, porque le había contado lo que me había pasado con Melyssa en la isla, porque había sacado a mi madre. No muchas cosas me afectan, pero estoy muy débil con este tema. Ella (Olga) me dijo que era muy feo (por parte de Melyssa) sacar este tema", ha argumento, débilmente, Brusse. Su argumento se coge con mano de algodón, pero lo refuerza el amor, ese escudo indestructible. "Que ella saque eso de mi madre, cuando un familiar tuyo tuvo el mismo problema que mi madre... Ella sabe que no se puede hablar o mencionar a mi madre. Estamos hablando de mí", sostiene Brusse, apenado.
Olga, en su papel, ni acepta, ni asume, ni quiere cargar: "No he dicho nada de tu madre. Pretendes echarme la mierda encima. A mí no me van a ver mal". Y llora mucho: "No me gustan las paleas, ni las broncas. Las vivo con impotencia. No entiendo lo que se está viendo fuera no lo sé. Voy de frente y no lo entiendo. No quiero estar mal. No le doy más importancia". Y se cava ¿la inocente? su propia tumba: "Sandra nos lo ha contado todo, a Tom y a todos. No, no voy a entrar. No, no, no, pero lo sabemos todos. Como Sandra no está concursando, no voy a decir nada".
Al rato, se corrige a medias, como el pillado en falta que se engañita: "Sí, nos contó, pero no voy a desvelar nada porque no está concursando Sandra". Algo que no ha convencido a Tom. Menos, su último argumento: "Por mi parte, se podría solucionar, pero me duele que se invente cosas que no son reales". Olga sigue e insiste, y derrota a Tom: "Por mi parte, no se va a arreglar. No lo quiero arreglar con ella, ¿para qué?". ¡Más cosas! Olga, una vez más. Se mete comida ahí, en el escote, en un juego de recompensa y la lía. Eso sí, nada que ver con ella, ¿eh? Siempre, siempre son los demás. Ellos son los culpables siempre. Qué tontería, ¿verdad? ¿Han pensado en lo cansino que tiene que ser ser ella? Siempre dándole la vuelta a la lógica... uff.
Primer concursante salvado: Tom
Segundo concursante salvado: Alejandro
Expulsado: Omar Sánchez
[Más información: La caza de brujas contra el traidor Omar y el desesperado dramón de Olga en SV 2021]