Hace ahora unas semanas, Jorge Javier Vázquez cargaba contra MasterChef. El presentador de Sálvame criticó el fichaje de Victoria Abril para la próxima edición de la versión Celebrity. “Una tía que es conflictiva, que es negacionista, que le han dado hostias hasta en carnet de identidad... Y ahora resulta que es un programa blanco”, decía el de Badalona. “¿Programa blanco? ¡Tururú! El programa blanco es lo más aburrido del reino. La vida tiene matices y colores”, añadía.
“Tengo el teléfono repleto de personajes que han aparecido en este programa y me están diciendo que si ellos hablasen se armaba la de Dios es Cristo” decía el presentador, que opinaba que “alguien tendrá que tomar cartas en el asunto porque TVE la pagamos todos con nuestros impuestos”.
Según su relato, algunos participantes de la edición de anónimos aseguran que “desde el principio ya se sabe quién va a ganar, cuántas semanas se van a quedar o a quién van a ayudar con los platos”.
Está claro que en los programas de televisión nunca llueve a gusto de todos, y que el propio programa de Sálvame también tendrá antiguos colaboradores que “si hablasen se armaba la de Dios es Cristo”. Muy pocos se han atrevido a desafiar a un programa tan importante de nuestra televisión, que ocupa tantas horas semanales en diferentes huecos de la parrilla.
Karmele Merchante, el principal azote de ‘Sálvame’
Una de las antiguas colaboradoras que se han mostrado más críticas con Sálvame es Karmele Merchante, que asegura que tiene “amenazado” al programa para que no hablen de ella, o que de lo contrario “cantará”. En una publicación del pasado marzo llamó “enano psicópata” al Jorge Javier, y “cocainómano” a Kiko Matamoros. “¿Dos misóginos, maltratadores y ególatras se atreven a mencionarme? Vaya par de desdichados solos y abandonados. Uno le da al alcohol y el otro al polvo” decía en un tuit.
El pasado agosto de 2020 Karmele Marchante también pidió que en Sálvame dejasen de hablar de ella, o que contaría todo lo que vio durante sus años en el programa, como “carreras de drogas en baños y camerinos, alcohol, mentiras no informativas, órdenes de la dirección para desvirtuar aconteceres para mayor audiencia”.
En mayo de 2018, además, dijo que no perdonaba a Paz Padilla ni a sus excompañeros. “No la perdono. Ni al resto. Lo hacían en connivencia con la dirección. Acosar, humillar, maltratar, disfrutar haciendo daño, bullying, un director sobándome, metiendo mano, tocando tetas”, aseguraba la periodista.
Sin ser tan dura, Rosa Benito tampoco parece guardar grandes recuerdos de su etapa en Sálvame; en cierta ocasión dijo que prefería “partirse las piernas” que volver al programa (aunque tuvo que tragarse sus palabras y regresó).
Rosa Benito ha desvelado algunos pequeños engaños que protagonizó en el programa, como el día que fundió sus alianzas en directo; tiempo después apareció con los anillos de nuevo puestos, dando a entender que aquello fue un teatro.
David Valldeperas, director de Sálvame, terminó aceptando tiempo después que los anillos que fundió se los consiguió el programa, ya que lo interesante era “el simbolismo. Al final da igual que fuesen las de ella o no. Claro que a mí me hubiese gustado que fueran las reales porque a mí me gusta hacer las cosas reales”.
¿Se hablará de ‘Sálvame’ como se habla de ‘Crónicas Marcianas’ en el futuro?
Sálvame se ha convertido ya en historia de la televisión, de eso no hay duda. El programa de corazón ha cumplido ahora los 12 años en pantalla, lo que es un auténtico hito, sin contar sus programas derivados como el Deluxe, o Las bodas de Sálvame.
Sin embargo, desconocemos qué dirán de lo que sucede en el plató sus protagonistas dentro de diez, quince, veinte años. Porque igual Sálvame se convierte en el nuevo Crónicas Marcianas, al que todo el mundo ataca cuando puede, explicando que allí se les invitaba a ser muy feroces con el que tuviesen delante a cambio de más dinero.
Hace unas semanas, Norma Duval coincidió con Xavier Sardà en La Hora de la 1, y la vedette aprovechó para criticar el trato que recibió durante su etapa al frente de Crónicas Marcianas. “A mí me acribillasteis en Crónicas Marcianas sin ningún motivo. Todo por la audiencia. Hicisteis poca justicia conmigo. Por la audiencia hacíais barbaridades”, decía la madrileña.
“Lo sé”, reconocía Sardá. “Pues pide perdón, discúlpate conmigo”, exigía la colaboradora. “Si quieres me arrodillo. Lo único que me sabe mal de aquella televisión realmente especial y llamativa, pero también políticamente incorrecta, es que alguien se sintiese mal”, reconocía Sardá, que añadía: “Lo siento y me disculpo”.
Kiko Hernández también ha hablado mal de Crónicas Marcianas en las últimas semanas, sobre todo, desde que las redes sociales rescatasen un vídeo en el que llamaba “pu**” a Sonia Arenas, y le amenazaba en directo con levantarse “y darle dos host***”.
Durante la emisión de Sálvame, y para lavar su imagen, Kiko aseguró que todo lo que ocurría en Crónicas Marcianas seguía las órdenes de un guion, y que era Xavier Sardà quien daba las órdenes. “Todo guionizado. Así era Crónicas Marcianas, por lo menos lo que me tocó a mí. Lo quiero explicar porque hay gente que dice, ay, ay, ay, pues para que lo sepan ustedes. Aclarado”, afirmaba el colaborador.
En verano de 2019, el propio Kiko Hernández habló por teléfono en Sálvame con la que fue su suegra, Encarni Manfredi, con la que se faltó el respeto muchas veces en Crónicas Marcianas. “Nos decíamos de todo por dinero, por pasta. Es triste, pero es así. La vida ha cambiado, ella ahora es abuela, yo soy padre y veo la vida de otra forma. Yo antes me ganaba la vida de otra forma, quizás más sucia” reconocía Hernández. “Me llevaba un dineral por poner a parir a una persona que no me había hecho nunca nada. Son cosas que ahora no las haría”, confesaba.
Admitía que se avergüenza de aquella época, y dijo ya que Xavier Sardà le llamaba para decirle lo que tenía que decir: “Hacía cosas con las que no estaba conforme, solamente veía el dinero”, reconocía.
Otra colaboradora de Sálvame que también cargó en su momento contra Crónicas Marcianas es Mila Ximénez. En una entrevista con Risto Mejide en Chester dijo que “Para mí, Crónicas marcianas era la única manera de salir de la vida que tenía. Pero ahora si pudiera borrar de mi vida cualquier rastro en Crónicas, pagaría lo que fuera”, admitía.
Reconocía que tenía que inventarse cosas para seguir saliendo en el programa, pero que ha sido lo “más humillante” que ha hecho. Entre otras cosas, relató cómo se inventó que tuvo una relación amorosa con Encarna Sánchez, con el beneplácito del programa, que sabía que era incierto. “Éramos como cerdo metidos en el corral. Era todo insultar, a ver quién insultaba más… Jamás volvería a hacer un programa como este. Hay cosas de las que te vas a arrepentir toda la vida”, reflexionaba.