Blas Cantó ha sido uno de los protagonistas de la jornada eurovisiva de este jueves. El representante de España en el Festival de Eurovisión ha realizado su primer ensayo sobre el escenario de Róterdam y ha causado una decepción generalizada por parte de la prensa y los eurofans españoles.
Tras el revuelo ocasionado por la escenografía de España y su inexplicable luna gigante, el artista murciano ha seguido acaparando el protagonismo en redes sociales durante la madrugada, pero por un motivo muy diferente. Y es que la cuenta de Twitter de Blas ha sufrido un ciberataque que ha llamado la atención de sus seguidores.
La foto de perfil del cantante fue sustituida por el logo de Tesla, la popular marca del multimillonario Elon Musk. Además, la cuenta publicó varios enigmáticos tuits en inglés antes de recuperar la imagen del artista.
Mientras la cuenta ha estado kackeada, muchos de los seguidores de Blas han sido bloqueados por la misma, tal y como han compartido varias de las víctimas en sus perfiles a través de capturas de pantallas.
A estas horas ya no hay rastro de Tesla en el Twitter del cantante, pero tampoco se han recuperado sus fotos de perfil y de cabecera, por lo que parece que la cuenta no está totalmente restablecida, un importante obstáculo para el representante español en pleno sprint para la final de Eurovisión 2021.
Primer ensayo
Blas Cantó realizaba este jueves su primer ensayo para la gran final del Festival de Eurovisión 2021. Vestido totalmente de negro bajo una luz blanca cenital, su actuación comenzaba con un prolongado a capella en el que la voz y la mirada de Blas eran el hilo conductor de la historia.
Sin embargo, pronto llegaba la gran decepción al comprobar que España ha optado por repetir la idea de la escenografía de Destino Eurovisión, llevando a Róterdam una superluna que acapara toda la atención y que despega al espectador de la parte más intimista y emotiva de la canción. Un ensayo que comenzaba con las casas de apuesta en contra y que, tal y como analizamos en BLUPER, ha vuelto a convertir la emoción previa al Festival en decepción generalizada hacia la candidatura española.