La gastronomía de Aragón es un reflejo de su rica tradición, con una cocina que se nutre de ingredientes locales de altísima calidad. Entre estos productos destacan sus carnes, con una calidad difícil de igualar, gracias al buen producto local. La carne aragonesa, especialmente la de cordero, es reconocida no solo por su sabor, sino también por la textura única que aporta en cada plato.
Entre las recetas más destacadas de la región, encontramos los guisos tradicionales, como el pollo al chilindrón o las migas aragonesas, que son parte esencial del recetario local. Sin embargo, si hay un plato que destaca sobre los demás, ese es el ternasco de Aragón. Todo un manjar que se ha convertido en uno de los grandes emblemas de la cocina aragonesa.
Una de las recetas más populares y con mayor tradición en la región y cuyo éxito se debe, no solo a la calidad de la carne, sino también a un truco fundamental que muchos aragoneses conocen: el secreto para realzar su sabor está en la marinada. Y es que, la forma de marinar el ternasco es clave para obtener un plato jugoso y lleno de sabor, permitiendo que la carne absorba todos los matices de los ingredientes.
Este plato se caracteriza por su tierna y sabrosa carne de cordero lechal, criada en los pastos aragoneses. Esta adquiere un sabor suave y tierno si se cocina teniendo en cuenta los trucos claves para un plato de ternasco perfecto. La marinada suele estar compuesta por hierbas aromáticas y especias, otorgando un equilibrio perfecto entre el sabor natural de la carne y los ingredientes añadidos, elevando el plato a otro nivel. Además, el proceso de cocinar la carne debe ser preciso para mantener la jugosidad.
A continuación, te contamos todos los secretos y trucos necesarios para preparar un ternasco perfecto. Desde la elección de los ingredientes hasta el truco más importante para marinar. Toma nota.
Cómo hacer el mejor ternasco
Desde la elección de la pieza de carne hasta la cocción, cada paso es esencial para garantizar que el ternasco conserve su sabor auténtico y su jugosidad característica.
A continuación, te presentamos el truco principal y otros de los secretos mejor guardados para preparar un ternasco exquisito. Siguiendo estos sencillos pero efectivos trucos, conseguirás que este plato típico deslumbre a tus comensales, respetando la tradición aragonesa y elevando su sabor a otro nivel.
La importancia de la marinada
Un paso esencial como ya te hemos adelantado, es el marinado. La combinación adecuada de ingredientes y el tiempo de reposo son clave para potenciar el sabor de la carne. Para preparar una marinada utiliza aceite de oliva virgen extra, ajo, hierbas como el romero y tomillo y un toque de sal y pimienta. La clave está en cubrir la carne de manera uniforme y dejarla reposar en la nevera durante al menos 12 horas.
Este proceso permite que la carne absorba los sabores y aromas, suavizando al mismo tiempo su textura. Gracias al marinado, la carne se impregna de un sabor profundo que se complementa perfectamente con la natural suavidad del ternasco. Es un truco sencillo pero fundamental que marca la diferencia en el resultado final del plato.
Elegir la mejor pieza
Antes de comenzar con la preparación del ternasco de Aragón, también es fundamental seleccionar la pieza ideal. Las opciones más recomendadas son la paletilla o el cuarto trasero, que se caracterizan por su terneza y jugosidad, perfectas para asar lentamente.
Estas piezas permiten obtener una carne tierna y llena de sabor, cualidades que definen al ternasco aragonés. A la hora de elegir, asegúrate de que la pieza cumpla con los estándares de calidad del sello de origen, lo que asegura una experiencia culinaria auténtica.
Técnica de cocción perfecta
El proceso de cocción es otro aspecto clave para obtener un ternasco de Aragón perfecto. Lo ideal es asarlo en el horno, comenzando a una temperatura alta, alrededor de 200°C, para dorar la superficie y lograr una piel crujiente. Posteriormente, reduce la temperatura a 160°C para continuar con una cocción lenta, lo que permitirá que la carne se mantenga jugosa por dentro.
Para asegurar una cocción uniforme, es recomendable dar la vuelta a la carne a mitad de tiempo y rociarla con el jugo que suelta. Este truco garantiza una textura tierna y un sabor más concentrado.
Acompañamiento clave
El ternasco de Aragón puede acompañarse de una gran variedad de guarniciones que realzan su sabor. Las patatas asadas con un toque de romero y ajo son el clásico infalible, mientras que las verduras al horno o una ensalada fresca con ingredientes de temporada ofrecen un gran contraste de texturas y sabores.
Incluir guarniciones sencillas pero sabrosas ayuda a que el ternasco sea el protagonista indiscutible, al mismo tiempo que añade complejidad a la experiencia gastronómica. La clave está en elegir ingredientes frescos y en sintonía con la cocina aragonesa.
Reposo fundamental
Una vez cocinado el ternasco, es esencial dejarlo reposar antes de servirlo. Este paso permite que el jugo de la carne se redistribuyan, asegurando cada bocado sea tierno y jugoso. Cubrir la pieza con papel de aluminio durante unos 10 minutos es un truco sencillo pero también fundamental para que la carne mantenga perfecta y muy sabrosa.