Viajar hasta Aragón es trasladarse a un territorio único por sus paisajes, por su gente, su gastronomía y también por sus numerosos pueblos que parecen sacados de un cuento. Lugares rodeados de naturaleza y paisajes montañosos únicos, en los que en muchas ocasiones también podemos encontrarnos con un patrimonio histórico artístico impresionante.
Este es el caso del rincón del Pirineo Aragonés al que esta vez queremos acercarte y que a pesar de no figurar entre los destinos de Aragón más populares es una de esas villas medievales que merecen una escapada. Una villa con más de 1000 años de historia a sus espaldas y que, además de por su belleza, destaca por su buen estado de conservación arquitectónica.
Hablamos por si aún no lo has adivinado, de la villa medieval de Montañana, cuyos orígenes y primeras referencias conocidas se remontan a finales del siglo X. Un pueblo que destacó durante la Edad Media como uno de los territorios más importantes y hasta los siglos XV y XVI.
A pesar de que actualmente ha quedado casi deshabitado por el paso a las grandes ciudades, puede aún disfrutarse gracias a su buen estado de conservación y restauración desde el año 1999.
Un rincón único y perfecto para una escapada, en el que podrás retroceder en el tiempo hasta la época medieval y además, disfrutar de los restos de sus castillos, de sus tres iglesias románicas o de su puente medieval, que ya forma parte de uno de los principales símbolos de la localidad.
Qué ver y cómo llegar a Montañana
La impresionante riqueza arquitectónica de Montañana ha convertido a esta villa en Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural. Y es que, este pintoresco pueblo ha logrado preservar un legado medieval impresionante que incluye tres iglesias románicas, los restos de dos castillos y un encantador puente medieval de doble arcada, que se ha convertido en el símbolo más representativo de la villa. Cruzar este puente es como dar un paso directo hacia la Edad Media.
Pasear sin prisas por las calles empedradas de esta villa pirenaica, admirando las pequeñas fachadas de piedra es todo un viaje en el tiempo. Para llegar a Montañana, debes dirigirte a la comarca de la Ribagorza, en Huesca. Desde la carretera que une Benabarre con Pont de Suert, toma un desvío a la izquierda poco después de pasar por El Puente de Montañana. Al final del camino, te recibirá un entorno natural de ensueño, situado a orillas del río Noguera Ribagorzana.
Elevándose sobre el caserío, destaca la majestuosa iglesia románica de Nuestra Señora de Baldós, del siglo XII. Su imponente campanario, añadido en el siglo XIII en lugar de una antigua torre de vigilancia, es una joya arquitectónica.
En su interior destacan los frescos originales del gótico lineal del siglo XIV que son un testimonio de la riqueza artística de la época. Además, durante tu recorrido, podrás descubrir la torre de la Cárcel y la ermita de San Juan, otros dos monumentos que embellecen esta villa histórica.
La forma ideal de explorar Montañana es a través de las visitas guiadas que ofrece la oficina de turismo local y que te permitirán sumergirte en su historia y patrimonio. Otra buenísima opción puede ser hacer una ruta senderista por los alrededores de Montañana. Este recorrido te llevará hasta un mirador natural desde donde podrás disfrutar de las mejores vistas del caserío y su impresionante entorno natural.