La gastronomía aragonesa es un reflejo de su tierra: sencilla, honesta y llena de sabor. Los platos que se preparan en Aragón tienen una fuerte conexión con el territorio, aprovechando al máximo los productos locales que ofrece esta rica región. Las recetas  pasan de generación en generación y se usan de ingredientes frescos y de calidad.

En Aragón, la cocina se nutre de los productos de su entorno: verduras de la huerta, carnes de alta calidad como el ternasco, el cerdo y las aves de corral, y el aceite de oliva que se cultiva en tierras como el Bajo Aragón. Las estaciones marcan lo que se come, por lo que no es raro encontrar en otoño y en invierno guisos contundentes que reconfortan, mientras que en verano los platos suelen ser más ligeros, aprovechando las hortalizas frescas.

Huesca, como parte de esta rica tradición culinaria aragonesa, es conocida por su diversidad de platos, pero uno de los más emblemáticos es sin duda el Pollo al Chilindrón. Esta receta es un claro ejemplo de la cocina de siempre: productos simples pero sabrosos, con combinaciones que realzan el sabor del plato.

El Pollo al Chilindrón se ha convertido en uno de los grandes embajadores de la cocina oscense y aragonesa, tanto en las casas como en los restaurantes. El Pollo al Chilindrón es un guiso que se caracteriza por el uso de ingredientes típicos de la huerta aragonesa, como el pimiento rojo y verde, el tomate y la cebolla.

La clave del plato está en la combinación de estos ingredientes con el pollo, que se cocina lentamente para que absorba todos los sabores. A veces se le añade un poco de jamón serrano, lo que le da un toque salado que combina perfectamente con el dulzor de los pimientos y el tomate.

Receta sencilla del pollo al chilindrón

El Pollo al Chilindrón es un plato típico de Huesca, fácil de hacer y lleno de sabor. Todos los años se toma por la fiesta de San Lorenzo, el 10 de agosto, aunque realmente es un plato que puede aparecer en cualquier momento del año en una mesa aragonesa.

A continuación se detalla la receta paso a paso para prepararla en casa.

Ingredientes:

• 1 pollo troceado (alrededor de 1,5 kg)

• 2 pimientos rojos

• 1 pimiento verde

• 2 tomates grandes (o 400 g de tomate triturado)

• 1 cebolla grande

• 100 g de jamón serrano en taquitos o tiras

• 3 dientes de ajo, 1 vaso de vino blanco, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto

Receta del Pollo al Chilindrón paso a apaso:

• Prepara los ingredientes: Lava y corta los pimientos (rojos y verde) en tiras.
  
  Pica la cebolla y los ajos en trozos pequeños.
  
  Pela y ralla los tomates, o si prefieres, utiliza tomate triturado.
  
  Trocea el pollo en piezas medianas y salpimiéntalo.
• Dorar el pollo: En una cazuela amplia, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio-alto.
  
  Añade los trozos de pollo y dóralos bien por ambos lados, aproximadamente 10 minutos. Una vez dorados, retíralos de la cazuela y resérvalos.
• Hacer el sofrito: En el mismo aceite donde has dorado el pollo (si queda demasiado, retira un poco), añade la cebolla y los ajos. Sofríe a fuego medio durante unos 5 minutos hasta que estén blandos y comiencen a dorarse.
  
  Añade los pimientos y sofríelos unos 10 minutos más, hasta que estén tiernos.
• Añadir el jamón y los tomates: Incorpora el jamón serrano y sofríelo un par de minutos para que suelte su sabor.
  
  Añade los tomates rallados o el tomate triturado, junto con una hoja de laurel. Deja que todo se cocine a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el tomate reduzca un poco y el sofrito tenga una textura espesa.
• Cocinar el pollo: Vuelve a meter los trozos de pollo en la cazuela con el sofrito. Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante 2-3 minutos.
  
  Tapa la cazuela y cocina todo junto a fuego lento durante 30-35 minutos, removiendo de vez en cuando. Si ves que el guiso se queda seco, puedes añadir un poquito de agua o caldo.
• Aliñar y servir: Una vez que el pollo esté bien cocido y tierno, añade sal y pimienta si es necesario. Sirve caliente, acompañado de pan o con una guarnición de patatas, arroz o simplemente solo, ya que la salsa es la gran protagonista.