Las localidades de Villar y Herrera de los Navarros, en la provincia de Zaragoza, han vivido una de sus noches más tensas en décadas. Ambos municipios han visto como sus ríos se han desbordado en las últimas horas como consecuencia de las fuertes lluvias, provocando momentos de tensión entre sus vecinos y múltiples daños materiales en sus infraestructuras, aunque sin lamentar heridos ni afectaciones personales.
En Villar de los Navarros, el río Cámaras (afluente del río Aguasvivas, el cual desemboca en el Ebro) ha crecido cinco metros por encima de su cota habitual, provocando un gran estruendo que se ha apoderado del municipio. “Ha sido tremendo. Ha asustado mucho. Esto sabes cuándo empieza, pero no hasta donde va a llegar. Había experiencias en otros sitios y siempre piensas en lo peor”, ha recordado su alcalde, Míchel García.
En esta localidad, los daños se han centrado en cocheras y naves, pero no ha afectado a las viviendas que se encuentran habitadas, explica el alcalde, que no recuerda nada similar “desde hace 50 años”. “Ahora está tranquilo, en una calma tensa, pero, gracias a Dios, no ha habido daños personales. Ha sido sobre las 4 de la mañana, no había luz, y el ruido era infernal. No sabíamos hasta dónde iba a llegar”, ha explicado García.
Una situación similar se ha vivido en Herrera de los Navarros, donde el río Herrera ha derribado dos pasarelas y ha colapsado las calles de la localidad. El nivel ya se encuentra en descenso y el municipio espera volver a la calma si no sigue lloviendo, después de caer hasta 40 litros en sólo una hora, como detalla su alcalde, Enrique Felices.
Esta crecida les ha pillado casi por sorpresa, cuando estaban limpiando las calles y, de repente, el río caudal del río ha subido “dos o tres metros” y “se ha llevado por delante las dos pasarelas”. “Una de las pasarelas que ha desaparecido databa de los años 70 y 80, así que en 40 años no se las habían llevado por delante”, ha afirmado.
La DANA también ha golpeado otros municipios. Un centenar de usuarios de una residencia de Cadrete han tenido que ser desalojados por precaución, mientras que varios tramos de carreteras permanecen cortadas por desprendimientos. Además, se ha confirmado la evacuación de varias viviendas del municipio turolense de Montalbán por problemas de estabilidad ocasionados por el agua.