Alicante

Alejandro Molina (1980, Barcelona) es uno de los mayores expertos de España en el campo de la urología. Desde Valencia, cada día pasa consulta doble, en la pública en el hospital Doctor Peset y en la privada, en la clínica de salud sexual que ha cofundado Valclinic -también está en Madrid- donde en los últimos 15 años a mejorando la salud sexual de unos 10.000 hombres con técnicas innovadoras y poco invasivas. 

Pregunta.- ¿Has notado algún cambio de tendencia en estos años? 

Respuesta.- El paciente ahora tiene menos tabúes y consulta por problemas que antes pasaban más tapados. Lo que sí que ha aumentado mucho es el perfil del paciente joven; el cual antes se lo callaba mucho más y ahora consulta incluso más que el mayor, algo que es curioso. Porque la disfunción eréctil, por ejemplo, es una patología cuya prevalencia, en principio, está relacionada con la edad, sobre todo a partir de los 50 años. Pero en gente joven por debajo de 40 años ha aumentado mucho la incidencia de disfunciones sexuales como la eyaculación precoz y por ello van a consulta.

P.- ¿Existe una correlación directa entre un mayor número de pacientes joven con el consumo abierto que hay de la pornografía?

R.- Sí. Curiosamente, en los años en los que ha aumentado la pornografía en streaming, la que puedes consumir en cualquier lugar y momento; es algo que reflejan los estudios, que apuntan a que las disfunciones sexuales en gente joven se han multiplicado y esto es un problema. Ya no tanto de disfunción eréctil, sino relacionados con el deseo y apetito sexual. 

P.- ¿Y qué hacemos antes este panorama tan poco halagüeño?

R.- Claro, lo que pasa es que te creas unas expectativas tanto a nivel personal como a nivel de la pareja que luego no son las reales. Y luego no olvidemos que funciona como el consumo de las drogas, porque al final consumir pornografía estimula determinadas zonas del cerebro relacionados con temas de liberación de la dopamina, que al final genera un efecto de tolerancia que acaba haciendo que necesites cada vez estímulos más fuertes, más explícitos y de mayor contenido sexual para producir una igual excitación. Y, ¿qué pasa? Que luego eso en la vida real no lo encuentras y viene el problema. ¿Mi recomendación? Hacer un consumo moderado de pornografía e ir adecuando las expectativas a la realidad. 

P.- De todos los hombres a los que ha ayudado, y siendo un problema que debe agobiar mucho, ¿qué le dicen cuando todo acaba?

R.- Hay pacientes que nos dan las gracias porque me cuentan que has salvado su matrimonio. Hay que tener en cuenta que muchos llegan con desesperación, a modo de ultimátum con su pareja porque es como que ya ven que la pierden por problemas de erecciones o de eyaculación precoz y se ponen en tus manos y me dicen ‘haga lo que haga falta para poder solucionar mi matrimonio’. 

El doctor Molina, en su clínica.

P.- ¿Cuáles son las intervenciones qué más práctica de todo su abanico?

R.- La circuncisión sin bisturí, sin puntos, la cual es menos invasiva, supone una recuperación más rápida y estéticamente queda mejor, en lugar de quedar una especie de cremallera por los puntos, solo se ve una línea más fina. Es gracias a que usamos las técnicas más novedosas y, de hecho, diría que soy el cirujano que más cirugías de este tipo hace en España junto con la vasectomía. Y ahora, sin embargo, está muy en auge la estética genital masculina, por lo que hago mucho engrosamiento de pene… de lo que más.

P.- ¿Engrosamiento? ¿No prefieren el alargamiento? 

R.- Más el engrosamiento porque es lo que importa a nivel funcional y de satisfacción sexual. Y cuando me viene un paciente solicitando un aumento del tamaño del pene, lo que yo siempre le recomiendo que se decanten por el engrosamiento. 

P.- ¿De cuántas intervenciones estamos hablando?

R.- Tenemos una media de diez pacientes al mes, puede que más. 

P.- ¿Y cómo lo engrosan?

R:- Básicamente con ácido hialurónico o bien con una especie de matriz de colágeno que se pone por dentro, pero sí, lo que más hago es con ácido. Y al final los pacientes están satisfechos a nivel sexual porque lo notan tanto ellos como sobre todo la pareja, mientras ellos mejoran la autoestima. 

P.- ¿De quién parte esta iniciativa de engrosarse el pene, del hombre o de la pareja?

R.- Parten del hombre de querer satisfacer a su pareja, pero no de la pareja. Cuando cuando algún paciente viene con esa queja de la pareja, le pregunto si la pareja ha parido o ha tenido varios partos, porque muchas veces el problema no radica en si el hombre tiene un problema de tamaño, sino del canal vaginal de la mujer y en esos casos lo que aconsejamos es hacer un tratamiento de rejuvenecimiento vaginal, que también lo hacemos mediante radiofrecuencia y lo que hacemos es estrechar el canal vaginal de la mujer. Por ello pedimos que primero hablen entre ellos. 

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P.- ¿Y qué pasa con el alargamiento de pene? 

R.- Sí, también lo hacemos, pero yo siempre recomiendo más el engrosamiento porque la cirugía del alargamiento en estado de erección prácticamente no se notan cambios.  

P.- ¿Para la disfunción eréctil qué método utilizan? 

R.- Como tratamiento no quirúrgico que es, hacemos muchas ondas de choque. A nivel de sexología, lo que estamos haciendo es neurotecnología aplicada; somos pioneros a nivel mundial y los resultados son muy satisfactorios. 

P.- ¿Qué es esto exactamente?

R.- Dentro del campo de la sexología, cuando atribuimos la causa de la disfunción eréctil o la eyaculación precoz a una cuestión psicológica… no es exactamente así. Nosotros hemos visto mediante electroencefalogramas alteraciones neurofisiológicas en diferentes áreas del cerebros que están relacionadas con el sistema límbico que están alteradas. Sí que es verdad que hay factores psicológicos como el estrés o la ansiedad que sirven de detonantes, pero con una predisposición sobre una base. Por eso, no todo el mundo que tiene ansiedad tiene disfunción eréctil, porque hay personas con una cierta predisposición a sufrir ese problema. 

P.- ¿También intervienen ante el pene doblado?

R.- Es un fenómeno más habitual de lo que se cree ya que afecta al 10% de los hombres con incurvación de pene, pero lo que pasa es que muy pocos van a consulta, aunque últimamente están perdiendo el miedo a consultar por ello.