Existe una falsa creencia en torno a la figura del urólogo. Se tiende a equiparar con la figura del ginecólogo, pero para los hombres. Si bien es cierto que trata el aparato genital masculino, la labor del urólogo va mucho más allá y atiende tanto a hombres como a mujeres.
Conversamos el doctor Javier Romero, director del departamento de Urología de HM Hospitales, director médico del Grupo ROC Clinic y responsable de la Unidad de Andrología y Funcional del Varón del Hospital Universitario 12 de Octubre, quien comienza explicando a MagasIN qué es la urología.
"La urología es la especialidad quirúrgica que se encarga del aparato urinario, que tienen tanto el hombre como la mujer, y del genital masculino, que sería la subespecialidad andrología".
Esta especialidad existe en otros países de Europa como Alemania e Italia. "En España, para ser andrólogo tienes que ser urólogo. Entonces, pero esta vía, muchas veces se relaciona con problemas sexuales o del pene".
Comenta que la mayoría de personas que se hacen urólogas lo hacen porque es una especialidad con unas técnicas quirúrgicas muy variadas y ven tanto hombres como mujeres. "Porque las mujeres también tiene riñones, uréter, vejiga… Todas las patologías que tienen que ver con el aparato urinario las tratamos tanto en hombre como en mujer".
Qué hace un urólogo
El 80% de su actividad tiene que ver con patología de la próstata. Esta es la glándula que produce el semen y patología en tres sentidos: una inflamatoria, que son las prostatitis, que tienen que ver con infecciones y con procesos inflamatorios que provocan muchas molestias y dificultades miccionales.
Otra con el agrandamiento de la glándula a lo largo de los años, que es la clase benigna de la próstata, que lo que hace es que al agrandarse dificulta la salida de la orina. Y luego está el cáncer de próstata, que es el más frecuente que va a padecer el varón. "También vemos el cuarto cáncer más frecuente que padece el hombre, que es de vejiga, y el quinto, que es el renal", señala el doctor.
Pero la labor de los urólogos va más allá y tratan patologías que se dan tanto en hombres como en mujeres. Por ejemplo, tratan las piedras de riñón.
"Un médico, un cirujano, decide hacerse urólogo porque es una cirugía muy variada. Es muy bonita porque no tiene nada que ver la cirugía renal, con la de próstata, con la de vejiga, con un trasplante renal".
El doctor Romero nos explica algunas de estas cirugías. Por ejemplo, si una persona padece cáncer de vejiga, se la quitan y la reconstruyen con intestino, "son cirugías que duran seis-siete horas y tienen una alta morbimortalidad, son muy dificultosas".
Por otra parte, el experto cuenta que nada tiene que ver quitar un riñón con tener que quitar parte de este. Tampoco una cirugía de próstata por hiperplasia con cáncer. "También hacemos muchísima cirugía reconstructiva cuando hay estrecheces en la uretra, que es el tubo que saca la orina desde la vejiga hacia fuera, la reconstruimos cogiendo parches de mucosa de la boca", señala.
Y continúa: "Si un paciente tiene un problema y hay que amputarle parte o totalmente el pene, hacemos neo penes con un colgajo radial. Es decir, cogemos la parte interna del antebrazo y hacemos neo falos".
Se trata de una cirugía muy variada, "abierta, laparoscópica, robótica, microcirugía para hacer todas estas anastomosis de los injertos y de los colgajos, yo siempre digo que es la gran desconocida".
¿Cuándo hay que ir?
Con frecuencia se confunde la labor del urólogo con la del ginecólogo. El doctor Romero nos explica la diferencia.
"Lo que ocurre es que los ginecólogos antes fundamentalmente eran obstetras, es decir, dedicaban la mayoría de su tiempo a llevar mujeres embarazadas. Entonces la gran dedicación del ginecólogo era la obstetricia. Lo que pasa es que con los años ha bajado tantísimo la obstetricia y ha aumentado tanto la edad de las mujeres, que han aumentado mucho los cánceres ginecológicos", explica el doctor.
Este motivo ha llevado a los ginecólogos a dedicar mucha parte de su tiempo ha cáncer ginecológico "y han expandido su conocimiento a mama y a incontinencia urinaria también. De modo que la mama antes las trataba el cirujano general y ahora la trata el ginecólogo".
Entonces, ¿cuándo van las mujeres al urólogo?
"Al urólogo las mujeres van cuando tienen un problema por infecciones de repetición, por litiasis, por incontinencia urinaria, por prolapso de órganos… Que debería tratar el urólogo y no el ginecólogo".
Quien sí debe ir periódicamente debe ser el hombre a partir de los 45 años para hacerse revisiones de próstata, ¿por qué? "Porque la próstata provoca la enfermedad benigna y maligna más frecuente que padece el hombre. Como se puede detectar pronto y con una asistencia fácil en la consulta, resulta extraño que un hombre de 45 años no vaya a la consulta para intentar detectar las enfermedades que tenga de forma muy precoz y las vamos a solucionar de una forma muy sencilla, mientras que si las deja evolucionar pueden acabar provocando la muerte".