El pasado mes de mayo, fue cesado o dimitió -hay diferentes versiones-, el director general de Investigación y Alta Inspección Sanitaria de la Comunidad Valenciana, Javier Burgos. Desde entonces la conselleria que dirige el socialista Miguel Mínguez no ha encontrado sustituto y la plaza sigue vacante.
Se trata de una de las plazas de libre designación del Consell de la Generalitat Valenciana más importante puesto que de ella depende la supervisión y vigilancia de la calidad de la Sanidad pública valenciana así como proyecto legislativos de importancia como la situación de los investigadores en este área.
La vacante en esta plaza deja sin ninguna persona al frente de la "realización del control y mejora de la calidad de la asistencia sanitaria en todos sus niveles y en todos los centros y establecimientos sanitarios" que según decreto autonómico "estarán sometidos a la inspección y control sanitarios, determinando las competencias generales de la Inspección Sanitaria".
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Y es que la Comunidad Valenciana, por sus competencias, está obligada a "asegurar una asistencia sanitaria de la más alta calidad científico-técnica, funcional y corporativa, en beneficio y como garantía de los derechos de los pacientes; asistencia que requiere de una tutela adecuada, para cuyo logro, la Inspección de Servicios Sanitarios debe aportar su formación técnica y la plenitud de sus funciones para las que está especialmente cualificada".
Entre otras funciones, de la persona que dirija el departamento depende también el control y vigilancia de la actividad de los departamentos de salud en régimen de concesión. Precisamente en un momento en que el Gobierno Botánico ha revertido a la sanidad pública los departamentos de Alzira y Torrevieja y ahora quiere revertir el de Dénia y más tarde el del Vinalopó en Elche.
Esta dejación en la Conselleria no ha pasado inadvertida en la oposición, que espera que se cubra el puesto cuanto antes. Así, el diputado popular José Juan Zaplana explicó a este diario que la Comunidad lleva "años, meses, un gobierno sin control".
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Según Zaplana, "la situación de la sanidad valenciana es dramática porque ni Ximo Puig ni los distintos consellers que ha nombrado en esta materia han estado a la altura de las necesidades que tenía la población, ha sido estos años esperpéntico ver la falta de control que ha repercutido en un incremento exponencial de las listas de espera o la degradación de centros de salud y hospitales y la falta de profesionales por doquier".
"Un ejemplo más de esta desidia es que el gobierno lleva meses sin nombrar un responsable de la inspección sanitaria después de la dimisión del último. Si no se inspeccionan los servicios sanitarios, si no se vigilan y evalúan, si no se hace seguimiento de a dónde se están derivando esos pacientes que no tienen más espera a la pública, si no hay un responsable que coordine todo eso, ¿a donde vamos?", añade el diputado del PP.
Para responder: "Al caos. Ximo Puig es igual a dejadez, falta de control y caos. Esto se debe acabar de una vez por todas. Nos jugamos la salud y la vida de mucha gente".