María José San Román ya tiene en sus manos la anunciada Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes 2022. Y el alcalde de Alicante Luis Barcala ha celebrado este jueves el galardón para la cocinera "por su extraordinaria contribución a la proyección nacional e internacional de la excelente gastronomía mediterránea y la calidad de nuestros productos naturales".
Tras la ceremonia en Cádiz de este miércoles con los reyes y el resto de premiados reconocidos por el Gobierno, el alcalde ha recordado la importancia de la trayectoria de la cocinera. "San Román representa lo mejor de la cocina alicantina: talento, entrega máxima y dedicación", ha destacado el primer edil sobre la distinción recibida este miércoles por la propietaria del restaurante Monastrell, situado en Alicante, de manos del rey Felipe VI.
Barcala ha subrayado a través de un comunicado el papel de "embajadora de la dieta mediterránea" de San Román. Y así la ha calificado como "faro de la cocina alicantina y referente imprescindible de la gastronomía de nuestra tierra". En esa línea, ha recordado también el papel que ejerce en la defensa y promoción de los productos naturales, "que tanto prestigio aportan a la riqueza y tradición culinaria de nuestra tierra".
El alcalde de Alicante ha destacado la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes entre los premios que ha recibido en el último año San Román, como el Premio Nacional de hostelería en 2023 "lo que supone un justo reconocimiento a una trayectoria ejemplar en la restauración alicantina".
San Román analizaba en una entrevista a EL ESPAÑOL las casi cinco décadas de trabajo en las que ha ido abriendo diferentes negocios desde que llegó a Alicante de su Valladolid natal. Y con su carácter habitualmente crítico ha apostado por el cambio: "La renovación generacional tiene que ocurrir porque llevamos veintitantos años y los carteles no solo son masculinos, sino que son los mismos".
Todo empezó hace 46 años con un céntrico local dedicado a las salchichas frankfurt, el Tribeka. Y su éxito ya refleja el espíritu empresarial que se aplicaron ella y su marido José Perramón. "Puedes comerte los negocios o hacer otras cosas y nosotros siempre hemos reinvertido", ha razonado.
"Nuestro mayor tesoro es que con lo que hemos ganado nos permitimos el lujo de mejorar las condiciones de la gente que está con nosotros, porque no pensar que ellos están es de necios", ha concluido. Una mejora planteada "desde dentro de casa porque el camino tendría que ser así, ¿y quién lo va a hacer si no es el sector?".