La Horchatería Azul y Livanti - Gelato di Sicilia son los flamantes Soletes de la Guía Repsol en la ciudad de Alicante dentro de la categoría de heladerías este 2023. Descubrir los mejores locales supone una forma de apurar aún más del verano con sus horchatas, granizados y helados caseros.
Ambos locales reconocen su sorpresa cuando recibieron el aviso de que pasaban a formar parte de este listado. "Nos enteramos por nuestros hermanos que nos pasaron un enlace y nos quedamos sorprendidas", reconoce Mari Ángeles Sorribes, "casi que no nos lo creíamos". "Me emocionó muchísimo porque pensé en la trayectoria con mis padres y mi abuelita", cuenta sobre su negocio familiar que ya está cerca de celebrar un siglo abierto al público.
Esta reacción de una de las hermanas responsables de La Horchatería Azul la compartió Belén Pallarés con su prima cuando esta la felicitó por el reconocimiento a Livanti. Luego "empezaron a felicitarme mucha gente, me metí y vi que teníamos una pequeña ficha", recuerda risueña sobre esta nueva reseña de su local abierto en 2010 con su socio Mario Caruso.
Afrontando la última semana de agosto, los dos establecimientos pueden presumir de un gran apoyo del público. Las colas son habituales en ambos en busca de la mejor horchata de la ciudad, en el caso de Azul, y los mejores helados, en el de Livanti. Así que sus responsables hacen una breve parada para proponer a EL ESPAÑOL las tentaciones que sirven cada día tras las barras.
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La horchata de chufa y el granizado de limón son las estrellas de una oferta en Azul donde también brillan sabores como la avellana, almendra, chocolate, yogur y cebada. Estas bebidas las acompañan también con una oferta de helados Alacant, el grupo al que pertenecen desde que Manuel Sorribes, padre de Mari Ángeles e Inma, lo fundara junto a otros 24 heladeros.
Y el tener una amplia historia es lo que las hace presumir de una forma particular de consumir el helado: servirlo como relleno de un bollo. "Era la merienda de nuestra horchatería", recuerda Inma sobre esta forma de ofrecerlo que no era habitual. Ahora, se sorprenden cuando les llegan los turistas extranjeros con la foto para pedirles que se lo sirvan. "Los españoles nos lo piden para merendar y los extranjeros, que vienen mucho, es para desayunar o de postre", añade.
Si Azul está cerca de la plaza de toros, Livanti se encuentra al lado de la concatedral de san Nicolás. Allí decidió reconducir la arquitecta Belén Pallarés su vida en medio de la crisis de 2010. La apertura de una heladería típica italiana en la que no hay mesas y solo ofrecía el helado que ella misma preparaba tuvo muy buena acogida desde el principio y así ha seguido incluso con el duro bache del confinamiento.
El sabor que más vende es el de pistacho, una tendencia en la que coincide también con Azul, "hago tres veces más producción que de los otros". Y al repasar su oferta se le ilumina la cara al enumerarlos. "Me siento orgullosa del Gelato Maya de chocolate negro con guindilla y naranja. Y luego hay otros de los que me siento orgullosa como el Magna Grecia con laurel, miel de romero y aceite de oliva virgen extra, que lo presentamos en Valencia en 2013 en un concurso internacional".
Una variada selección de sabores en los que en alguna ocasión ha hecho votaciones entre sus seguidores para ver cuál podían incorporar a una carta que va variando según los productos de temporada.
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"No hago fresa ahora porque no hay", recalca Pallarés sobre su decisión de no trabajar con productos congelados, con la única excepción que se pone en las frambuesas. ¿Su otro veto? Los sabores de otros productos procesados. "No quiero hacer de cookies o de otros elaborados por terceros porque quiero poner el cacao o la avellana que pongo y no quiero adulterar", concluye.