El cielo tendrá una nueva estrella próximamente. Al menos durante una semana. Será la luz de una explosión cósmica, una supernova que se podrá ver en la mayor parte del mundo, también en Alicante, y que ocurre cada 80 años.
Para no perderse este tesoro astronómico que solo pasa una vez en la vida, como sucede con el famoso cometa Halley, que orbita alrededor del Sol cada 76 años, es importante saber cuándo y dónde colocarse para no desperdiciar la oportunidad de ver el impresionante fin de T Coronae Borealis.
La protagonista del espectáculo luminoso es una enana blanca de la constelación Corona Borealis, por su forma de corona, a una distancia de 3.000 años luz de la Tierra. Cada ocho décadas de media, un astro explota y emite una increíble cantidad de energía y luz que hace que multiplique su brillo por un corto periodo de tiempo.
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Una de las más famosas fue la supernova del Cangrejo registrada en China en el 1054 que brilló durante más de 650 noches y a la que se denominó "estrella invitada". La que se verá en próximas fechas será observable solo unos días en cualquier momento de aquí hasta septiembre, según los expertos.
El astrónomo de la Universidad de Alicante (UA), Enrique Aparicio, también director de la asociación Astroingeo, señala que es muy difícil predecir el momento en el que colapsará. "T Coronae Borealis es una estrella que solo se puede ver con grandes telescopios y apenas se percibe, pero cuando explote se podrá ver a simple vista", asegura.
Aparicio explica que cada uno de estos cuerpos celestes son diferentes "como los miembros de una familia". Lo que hace que tengan distintas muertes. "Esta estrella enana blanca está en un sistema binario, como en la mayoría de los casos, y está robando energía de su hermana supergigante", resalta.
Está "moribunda" y no muerta. En sus últimos días, que podrían alargarse hasta el 2026, coge material de la grande cada vez que gira con ella. "Lo que está haciendo es incrementarse y, cuando llegue a quitarle tanto material a la estrella roja, la temperatura de la parte de la superficie de la enana blanca cogerá tanta temperatura que reventará porque ya lo único que le queda por quemar son los elementos más pesados", explica el experto.
Cuando son capaces de absorber tanto material robado se denominan "novas recurrentes" y cuando finaliza el proceso se convierten en un objeto minúsculo y denso que puede ser una estrella de neutrones o un agujero negro. Para que sea un agujero negro debe tener tanta masa que, una vez acabado el combustible para hacer las reacciones termonucleares, la gravedad haga que no pueda aguantar la presión e implosione creando un objeto con tanta gravedad que no deja escapar ninguna partícula.
Otro final alternativo es el que tendrá el Sol. Las estrellas tienen una media de edad de 10.000 millones de años. "El Sol está a la mitad de vida, por eso es de ese color amarillo, nacen azules y se van volviendo rojas", comenta el astrónomo. Una vez que haya llegado a sus últimos días y gastado todo el hidrógeno, se hará una gigante roja que se expandirá hasta tragarse los planetas Mercurio y Venus.
Luego se comprimirá y formará una enana blanca muy densa. Tanto es así que una cucharada de té de materia proveniente de una enana blanca pesaría hasta 100 toneladas. Finalmente, a lo largo de billones de años, la enana blanca se enfría y se vuelve invisible.
Dónde encontrarla y cómo verla
En la constelación Corona Borealis "se ve muy bien una corona aunque la estrella principal sea pequeña", apunta Aparicio. El científico anima a los alicantinos a estar pendiente para poder decir el día de mañana que vieron morir una estrella.
Pero para verla hay que saber dónde se ubica en el firmamento. El especialista de la UA indica que hay que mirar al cielo pasadas las 22 de la noche y orientar la vista al este, donde sus siete estrellas principales hacen un semicírculo.
Cuando llegue la esperada explosión, una nueva luz se iluminará donde antes solo había oscuridad y una estrella que antes era apenas visible con potentes aparatos se podrá contemplar sin necesidad de telescopio. Sin embargo, hay que escoger un buen lugar para observar la supernova. "Hay que ir a las afueras de Alicante, donde no haya contaminación lumínica", advierte el experto para aquellos que no se quieran perder el fenómeno, ya que en zonas como el centro o la plaza de los Luceros las estrellas desaparecen.