En 2022, Vero Mejía recibió una alumna en su escuela de baile en Valencia que está cambiando su vida. Mery Bas, la cantante de Nebulossa, quería mejorar su puesta en escena. El trabajo juntas acabaría ganando el Benidorm Fest y ahora se preparan para hacer lo mismo en Eurovisión. "Es un regalo que llega en un buen momento", asegura en referencia a la reconocida letra de Zorra.
La sala de Dance Center Valencia escuchó esa canción mucho antes que la cantaran millones de personas por todo el mundo. "Era como otra versión", recuerda ahora sobre la que sería una primera interpretación, "y el tema me encantó y me pareció supertransgresor".
Ese fue el punto de partida de un trabajo que habían empezado juntas meses antes, cuando le montó "un par de coreografías" que acabaría usando Bas en su candidatura al festival Una voce per San Marino. Aunque Mejía no sabía que eran específicamente para ello y el pase del dúo de Ondara por ese certamen fue discreto, retomaron las clases.
"Pasados unos meses, me llamó y me dijo que la habían presentado al Benidorm Fest y que estamos dentro: 'Ya verás cómo ha quedado la canción que justo te gustaba a ti'", recuerda sobre la selección de temas con que Nebulossa preparaba el que aún está por salir como segundo trabajo, Virturrosismo. "Y cuando lo escuché, me enamoré como lo ha hecho gran parte de este mundo", añade risueña sobre la canción que convenció a jurado y público el pasado febrero.
¿Cómo trabajó la coreografía con la que ganaron en Benidorm? "Para coreografiar siempre me dejo llevar por el tema y la personalidad del cantante", responde. "Es el que, por sus gestos y forma de hablar y mirarme, sin que él lo sepa me está proponiendo movimientos que luego van a encajar con la canción. Y con Zorra ha sido literal", explica.
En ese método integra "cosas muy naturales que yo he mantenido porque esa es la cuestión: que mantengas la personalidad del cantante con el tema". Así, "hay muchos pasos en que lo que yo hacía era mirar a Mery y transformarlos para los bailarines". Con ello siente que ha conseguido "momentos muy bonitos" y "pasos icónicos en la canción: tanto el momento que se tocan los chicos en el culo como las manos en la cara de postal".
El trabajo parte de un aspecto que considera fundamental con la cantante de Ondara: "Hubo una conexión personal muy grande. Capté enseguida su esencia particular: es muy cercana, muy dulce y muy sensual. Simplemente son su mirada y su forma de ser. Me resultó tan bonito y chocante a la vez una canción tan fuerte con una personalidad tan sensual y dulce, que me pareció la bomba".
Especialista en el baile con tacones, Mejía define su estilo como "empoderamiento, no es sexual. Y eso se ve en mis redes sociales. Siempre utilizo el tacón para que hombre y mujer lo transformen en poder y se vean sexi y fuerte y diga 'aquí estoy yo'. Y eso es lo que he hecho con Mery y con los pasos de la coreografía. Poder llevar la canción en tacones ha sido lo más".
['Zorra' sale de Alicante: "No esperábamos tanto cariño"]
Parafraseando la letra de la canción que viajará a Malmoe el 11 de mayo, Mejía afirma que "para mí también ha sido este es mi momento, solo era cuestión de tiempo. Se lo digo a Mery. Para mí es un regalo que ella haya aparecido por mi centro y haberme encontrado con esto".