Actúan en plena madrugada, fuerzan las persianas y se llevan las cajas registradoras. Así está sucediendo desde finales de octubre en las farmacias de la Playa de San Juan y ahora las de El Campello. El Colegio Oficial de Farmacéuticos ha pedido un refuerzo en la zona ante "la sensación de inseguridad de cuándo me va a tocar a mí". Ayuntamiento de Alicante y Subdelegación del Gobierno ya se han enfrentado por ello.

¿Qué es lo que está pasando en uno de los barrios más caros de la ciudad y en uno de los municipios más ricos de la provincia? Jesús Juana Roa, tesorero del colegio, transmite la preocupación que se vive en el sector ante la serie de violentos ataques que están sufriendo sus establecimientos en estos últimos tres meses. Y no recuerda una preocupación así desde los años 90 cuando la adicción a la heroína generó problemas de violencia.

En aquella época, señala, el miedo existía en su sector porque los drogadictos "atracaban a puerta abierta y se iban". Pero han pasado décadas y "desde entonces estaba la cosa más tranquila". "Lo de ahora es más organizado", explica.

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Los colegiados han avisado de nueve atracos cometidos a sus oficinas. Pero, como puntualiza, no saben si se han producido más y se ha avisado a las fuerzas de seguridad sin dar parte de ello al COFA ya que no están obligados. Policía Nacional no detalla el número de denuncias recibidas al respecto en el citado periodo, pero señala que se está investigando cada caso.

¿Cómo actúan los asaltantes? Por los testimonios que han ido compartiendo en el colegio, describen un patrón en el que los asaltos se producen "siempre de noche, a puerta cerrada, a las tres o las cuatro de madrugada. Fuerzan la persiana, entran y se van".

Gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad que suelen tener instaladas todas las oficinas de farmacia, saben la rapidez con la que actúan en esta serie de violentas entradas. "Suelen tardar un minuto y medio o dos. Hacen la acción y se van. No tocan nada más", puntualiza ya que no buscan ninguna clase de medicamentos con los que traficar ilegalmente.

"¿Seré el próximo?"

La precisión con la que trabajan es un factor que preocupa en particular al sector. "Su objetivo es llevarse el cajero de cobro automático, que pesa cincuenta o sesenta kilos y está anclado", precisa sobre este tipo de máquina registradora y las extraordinarias habilidades que se necesitan para poder conseguirlo dadas estas dificultades. "En todas ellas han atracado, violentado o se lo han llevado este dispensador de efectivo", reitera.

La suma de estos métodos es lo que afianza el temor ante esta serie de asaltos, de los que no se sabe si los está cometiendo una misma banda o diferentes que coinciden en el sistema. "Cuando te entran es que han estado en tu oficina observando, vigilando", relata. Un pensamiento que se convierte en "mucha intranquilidad" y "esa sensación de no dormir por la noche". Con ella se acentúa el malestar porque a quienes ya les ha pasado se dan cuenta de que "han estado en mi casa". Y ese miedo se extiende con una pregunta: "¿Seré el próximo?".

El próximo 12 de febrero tienen prevista una charla en las instalaciones del colegio con agentes de la Guardia Civil que también se podrá seguir en línea para los miembros. En ella se ofrecerá una serie de pautas a seguir en seguridad con las que se pedirá la revisión de los sistemas de cámaras y puertas.