El 'caldo' del Mediterráneo: ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de la subida de temperaturas en el mar?
Los termómetros rozaban los 30 grados en la costa de Valencia; hasta cinco grados por encima de los valores normales del agua hasta ahora.
11 agosto, 2022 00:11Las olas de calor de este verano con temperaturas por encima de los 40 grados en algunas zonas de la Comunidad Valenciana han confirmado algo sobre lo que los expertos llevan años advirtiendo: el incremento de las temperaturas también en el mar.
Varios medios de comunicación alertaban el pasado martes de un aumento de temperaturas en las aguas del mar Mediterráneo. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la boya de València alcanzó sobre las 17:00 horas de ese mismo martes, los 29.72 grados. En otras palabras, se ha tratado de un máximo histórico.
La temperatura media en las aguas de esta zona oscila entre los 26 grados y los 27 grados en verano, una cifra casi cuatro grados superior a la de este mes de agosto. Aunque el fenómeno no ha sido único en España, porque también otros mares como el Cantábrico y el océano Atlántico se han visto afectadas por el calor. Asimismo, ¿cuáles pueden ser las consecuencias de esta continua subida de temperaturas?
El catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, explica que aunque el calor está siendo muy intenso y evidente este verano, confirma un fenómeno en alza desde la década de los 80: la temperatura media anual en Centro Europa ha aumentado unos 0,3 grados por década.
"Desde 1980 hasta la actualidad, las aguas de nuestras costas habrían aumentado su temperatura en 1,4 grados, mientras que la temperatura del aire solo habría subido 0,7". En otras palabras, el mar está actuando de "acumulador de calor", explica Olcina. Además, añade que esto tiene dos consecuencias directas.
Noches tropicales e inestabilidad
Por un lado, el aumento de noches tropicales (por encima de los 20 grados), un fenómeno frecuente entre los meses de mayo a octubre. Según indica el experto, este tipo de noches se ha multiplicado por cinco en los últimos 40 años, ya que antes solía ocurrir unas 15 veces, mientras que ahora la cifra no baja de 80. "Guarda relación directa con el progresivo calentamiento que ha experimentado el mar Mediterráneo", aclara el catedrático.
Por otro lado, la calidez en exceso de sus aguas trae consigo cierta inestabilidad, lo que podría guardar relación con algunos fenómenos meteorológicos como las 'Danas' o la gota fría. El catedrático de la UA habla de los últimos eventos de lluvia torrencial ocurridos en el litoral Mediterráneo, como la inundación de parte de la Vega Baja en 2019.
Un Mediterráneo 'diferente'
Sin embargo, Jorge Olcina no quiere alertar a la gente. "No quiero que la gente piense que si el Mediterráneo se calienta, vamos a tener una gota fría, no. Ya que, la gota fría y otros procesos de lluvia torrencial en la costa mediterránea dependen fundamentalmente de que se dé un fenómeno o situación determinada", explica.
Pone de ejemplos los veranos de 2003 y 2017, años en los que el mar se calentó mucho, pero no hubo gota fría, por lo que no guarda relación directa. "Si se diera el fenómeno atmosférico y la situación correspondiente, habría que estar atentos porque las condiciones de base (aguas calientes), ya las tenemos", concluye Olcina.
Por otro lado, está el supuesto sobre biología marina. ¿Qué pasaría con todas esas especies que están acostumbradas a vivir a una temperatura media de 26 grados bajo el agua? El catedrático de la UA deja claro que no es experto en este tema, pero que tanto él como otros compañeros de la Universidad coinciden en algo: "A corto plazo no habrá que esperar cambios radicales, pero si el calor se mantiene durante varias décadas, veremos un Mediterráneo con especies diferentes".