Torre de Almudaina, Alicante.
Conoce los pueblos más desconocidos de Alicante y las maravillas que esconden
Estas son algunas de las localidades más deshabitadas de la provincia para vivir una escapada diferente.
23 abril, 2022 03:14Noticias relacionadas
La provincia de Alicante cuenta con 141 municipios para amantes de la playa, la montaña o las pequeñas localidades de interior. Alicante, Benidorm, Torrevieja, Elche, Calpe u Orihuela son algunas de las ciudades más conocidas de la provincia. Pero, también hay algunos lugares más desconocidos, que guardan verdaderas maravillas por descubrir.
Entre los pueblos más desconocidos destacan Tollos y Famorca, que son los más deshabitados de la provincia o Alquería de Aznar, que es la localidad más pequeña de la Comunidad Valenciana con una superficie de 1,08 kilómetros cuadrados.
Si te gusta visitar lugares tranquilos en los que el tiempo parece pararse, te animamos a que visites algunos de estos pueblos rodeados de naturaleza y cuyas calles guardan las historias de la Alicante más rural.
Alfafara
Situado en la comarca de El Comtat, Alfafara cuenta con 408 habitantes (2021). Su privilegiada ubicación a los pies de la sierra de Mariola lo convierte en el destino ideal para amantes de la montaña y el senderismo. La fuente del Azud, la fuente del Tarragó, la cueva del Bolumini, los 'Fontanarets', el molino rupestre del Pantanet, la necrópolis de la Masía del Pozo o la ermita de San Antonio y de Nuestra Señora de la Luz son algunos de los tesoros que guarda Alfafara.
Alfafara, Alicante.
Almudaina
Siguiendo la ruta por El Comtat, también conocida como comarca de Cocentaina, se encuentra Almudaina, una localidad que cuenta con 117 habitantes (2021). Enclavada en la sierra de la Almudaina. Su torre es la seña de identidad del pueblo, una fortificación de origen islámico-medieval que formó parte del recinto fortificado de la antigua alquería.
Almudaina, Alicante.
Benillup
La localidad sobrepasa por uno la barrera de los 100 habitantes. Benillup, de origen árabe, fue conquistada por los cristianos en el siglo XIII. Literalmente su nombre significa 'hijo de lobos' y viene como herencia de un antiguo castillo. La localidad se encuentra en pleno corazón del valle de Travadell. Destaca precisamente el valle de Trabadell y también el valle de la Seta, que cuentan con tres rutas aptas para senderistas o para ir con bicicleta.
Benimassot
También en la comarca de El Comtat encontramos Benimassot, una localidad que cuenta con apenas 97 vecinos. Se le conoce como el 'mirador' de la Serrella por su ubicación. La imagen de Benimassot es la de un pueblo con calles estrechas y empinadas, donde sobre todo abundan las macetas. Entre sus encantos destaca Abric de l’esmolaora, una pequeña colina situada en el 'Pas de les Raboses'. También está 'Coves Roges', un lugar con motivos macroesquemáticos o la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción.
Famorca
Famorca también está situado en la comarca de El Comtat. La localidad, que cuenta con 45 habitantes (2021) destaca por estrechas y empinadas calles, similares a las del casco antiguo de Altea. Las pinturas rupestres del Morro de l'Asdarbalet (barranco de la Fita) son lo más visitado por los turistas. Los grabados, declarados Bien de Interés Cultural (BIC) demuestran la existencia de vida en la antigüedad. Además, destaca la nevera de la Font, un antiguo pozo de nieve o la iglesia de San Cayetano, del siglo XVI.
Tollos
Otro de los pueblos más deshabitados de Alicante es Tollos, vecino de Famorca. Un municipio tan encantador como acogedor, que terminó el año 2021 con 37 habitantes, dos más que el año anterior. Si pasas por Tollos no puedes perderte su castillo, actual iglesia parroquial dedicada a San Antonio Abad.
Tollos.
Alquería de Aznar
La Alquería de Aznar cuenta con 498 habitantes (2021). Antiguamente conocida como Ràfol Blanc, destaca por ser el pueblo más pequeño de la Comunidad Valenciana, con una superficie de 1,08 kilómetros cuadrados. Como su nombre indica, originariamente fue una alquería compuesta por 14 familias de moriscos. Lo que más llama la atención de este lugar es el colorido campanario de la iglesia de San Miguel Arcángel, diseñado por un discípulo de Gaudí.
