Alicante

La historia se remonta a los tiempos del emperador Tiberio Claudio Nerón cuando la provincia de Alicante estaba ocupada por los contestanos, un pueblo íbero que habitaba en el territorio conocido como Contestania

A lo largo del tiempo, se ha especulado en diversas ocasiones con la existencia de oro en la Sierra de Mariola. Este hecho nunca se ha podido demostrar, pero historiadores como Frances Diago aseguraron que las hubo. De hecho, eran una gran fuente de riqueza para los romanos.

La leyenda de hoy habla precisamente de cómo el ansia de un tirano por la posesión de este mineral tan codiciado propició la muerte de dos inocentes: el noble Sexto Mario y su hija, Mariola. La Asociación Cultural Alicante Vivo escribió hace unos años sobre la historia del origen del nombre del parque natural, y ahora EL ESPAÑOL de Alicante recupera el relato. 

El noble Sexto Mario era el dueño de las tierras de la Sierra de Mariola en las que había explotaciones de oro. Estas posesiones habían otorgado mucho poder y riqueza a la familia de Mariola. Eran prácticamente los dueños de ese pequeño pueblo que había escogido las faldas de la Sierra para desarrollarse. El oro atrae riqueza, sí, pero también envidia y tragedia.

Pepitas de oro.

Una pantera africana

Tiberio Claudio Nerón era un campesino de pocos recursos, que siempre hacía de las suyas para hacerse con el dinero de los demás. No tardó mucho tiempo en fijar su atención en Sexto Mario. El objetivo de este pobre diablo era hacerse con las tierras del noble para seguir explotándolas y cambiar su vida por completo.

Lo primero que hizo fue intentar enamorar a la hija del terrateniente, quien solía pasear por la montaña todas las mañanas siempre acompañada de una fiel pantera, que su padre había traído desde África. Mariola era guapa, pero sobre todo muy lista, y enseguida sospechó de los acercamientos de Claudio Nerón, por lo que terminó dejándole claro que jamás se enamoraría de él. 

Un desafortunado rumor

El despechado campesino se prometió así mismo que si no era por las buenas, terminaría siendo por las malas.  Claudio pensó y pensó que podría hacer tan malo como para terminar con Sexto Mario y desterrarlo de sus tierras. Fue entonces cuando acusó a Sexto Mario de mantener una relación sentimental con su propia hija.

Los rumores corrieron por el pueblo, y algunos campesinos ayudaron a propagarlo. Las noticias terminaron llegando a la guardia real que decidió que, ante la duda, lo mejor era matarlos. La leyenda cuenta que al final Sexto Mario y su hija Mariola fueron arrojados desde la roca Tarpeya en Roma, un lugar destinado a cumplir con las penas capitales.  

A lo largo de los años, se han extendido las historias sobre una joven que caminaba acompañada por una pantera africana por los senderos de la Sierra de Mariola. Y del nombre de aquella muchacha, le vino a este impresionante parque natural el suyo.

Un inquietante descubrimiento

Según cuenta en Alicante Vivo, en 1965 los espeleólogos del Centro Excursionista de Alcoy encontraron en la Cueva de la Sarsa de Bocairent, unos huesos que fueron identificados como de una especie de pantera africana.

Este descubrimiento avivó de nuevo la leyenda sobre la Sierra de Mariola, y diversos pastores de poblaciones cercanas juraron haber visto la sombra de una mujer con los rasgos de Mariola deambulando por la cima. Hoy en día, la historia de la joven aporta todavía más magia y misterio a una de las sierras más bellas y populares de la provincia

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