De entre las más de 200.000 palmeras que convierten a Elche en el palmeral más grande de toda Europa, hay algunos ejemplares únicos que son un reclamo para ilicitanos y visitantes. En total, son 18 árboles que sobresalen de sus miles de hermanos por su tamaño, curvas o belleza.
Su singularidad da un valor añadido al Palmeral de Elche, reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En total, según el portal turístico Visitelche son 141 las palmeras únicas en suelo ilicitano, pero pocas más de una quincena han valido para crear un recorrido a través de la cual ir descubriéndolas.
La conocida como 'Ruta de las Palmeras Singulares' es una iniciativa con la que conocer más de la riqueza paisajística de la ciudad. Visitelche ha creado un viaje registrado en la plataforma Wikiloc con las que asombrarse de estos tesoros naturales. En la siguiente lista se recogen nueve vegetales destacados, la mitad.
Palmera imperial
Si hay una que sobresale por su majestuosidad es la Palmera Imperial, a la que desde la entidad la denominan como "reina absoluta del Palmeral de Elche y ejemplar único en su especie". El árbol recibió el nombre en el año 1894 en honor a la emperatriz Elisabeth de Austria, popularmente conocida como Sissi.
[Paseo en globo, pantano y rutas, los planes alternativos que hacer en Elche]
La noble, ante la belleza de la palmera macho y los siete hijuelos que brotan de ella de forma simétrica, pregunto al cura que guardaba el jardín por qué no había sido bautizada con algún nombre especial, por lo que recibió el suyo como conmemoración de la visita.
El candelabro
La palmera presenta características que solo se dan en una de cada 30.000, o lo que es lo mismo, salen con una probabilidad de 0,003 %. "Pariente cercana por su morfología y rareza de la Palmera Imperial, presenta la singularidad de que a unos cuatro metros de altura le brotan cinco brazos, pero no repartidos alrededor del tronco, sino en dos extremos opuestos, donde se alinean como un candelabro judío", señala Visitelche.
El Tridente
Esta es la primera en la ruta, destacando por su morfología, que hacen que de su tronco salgan tres brazos a una altura de tres metros, algo de "extraordinaria rareza" por su simetría.
Palmera don Diego
El árbol debe su nombre a la persona que lo cedió, Diego Ferrández Ripoll, exalcalde ilicitano de 1924 a 1925 y en un segundo periodo de 1930 a 1931. Llegó al lugar donde reside hoy en 1945, y donde sorprendió a los ilicitanos con sus cinco brazos, aunque en la actualidad mantiene cuatro.
La centinela
"Dinosaurio vegetal de más de 200 años de edad, es con sus 22 metros de altura, la más alta del Palmeral ilicitano", apunta el organismo. Recibe el nombre a que, como un centinela en su torre de vigilancia, se eleva sobre las demás y se une con el cielo.
La Centinela tiene esa denominación también en honor a Pepe Tejera, cantante ilicitano que en una de sus canciones describía a las palmeras como las "centinelas de mi pueblo". Su longevidad ha hecho que su salud no sea la misma que la del primer día, pero se espera que pueda controlar Elche desde las alturas muchos años más.
Palmera de la Font
Visitelche informa en su web que este "espectacular conjunto de ocho brazos fue instalado en su actual emplazamiento tras ser cedido por la familia Rico Román para una ampliación hacia el este del Parque Municipal, en 2013. Su gran envergadura -cuatro metros de diámetro y siete de altura- hizo necesario la instalación de una estructura metálica para sujetarlo".
Tirachinas
La Tirachinas resalta como una de las más curiosas por crear con sus dos troncos bifurcados una especie de tirachinas gigante a un metro de altura. "Es un fenómeno botánico muy raro y uno de los pocos ejemplares localizados en todo el Palmeral con esta singular composición", aclaran.
La 'bonica'
Esta palmera está considerada por quienes cuidan del Palmeral como "la más bonita entre las datileras que no tienen brazos y un modelo en su especie. Este título honorífico se debe a la cantidad de palmas que produce, con hojas de raquis recto sin apenas curvatura, ramas planas y lisas con multitud de foliolos que crean una sombra muy frondosa", indica la plataforma.
La pipa de San Placido
Por último, esta palmera retorcida es un ejemplo de geotropismo que recuerda a una pipa. El ejemplar ha ido tumbándose a lo largo del tiempo buscando recuperar la verticalidad, por lo que se la ha colcado un tronco a modo de soporte para que vuelva a crecer correctamente.