En un pueblo diminuto al noreste de la provincia de Alicante se lleva celebrando desde hace dos siglos el auto sacramental más antiguos de España.
Más conocido como el Auto Reyes Magos de Cañada, esta localidad trabaja desde el verano para poner en escena en sus calles los días 6 (desde las 10 de la mañana) y 7 de enero (desde las 11), los momentos más emblemáticos de la Natividad como son la Anunciación, la Venida y Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús, la huida a Egipto y, para mayor reclamo, la degollación de los Santos Inocentes.
Con 1.200 habitantes en Cañada, el presidente del Patronato, Moisés Barceló Molina asegura que, como marca la tradición, son los vecinos y vecinas los que representan todos los papeles. "No traemos a nadie de fuera y ningún año repiten papeles salvo circunstancias muy extremas", cuenta a este periódico.
En total, más de 120 actores y actrices amateurs recrean la llegada de los Reyes Magos a través de cinco localizaciones diferentes en los que el colorido de la vestimenta, la música y diálogos perfectamente sonorizados y los paisajes cuidados al detalle son muy característicos.
Para esta nueva edición, cuenta este joven responsable (33 años), han invertido más de 1.300 horas para montar los escenarios. "Empezamos en noviembre, hasta ahora; y después dedicaremos todo enero y febrero para desmontar", relata. Por su parte, los ensayos empiezan en verano, en septiembre y, aunque siempre "es lo mismo, "hay equipo que se encarga del diseño de escenas que tratamos de cambiar para innovar", explica por teléfono.
El Auto Reyes Magos de Cañada nación en teoría, a mediados del siglo XVIII. Así lo atestigua la documentación que obra en poder del patronato. Sin embargo, si hacemos caso al "acervo popular", como por ejemplo vecinos de 80 años que cuentan cómo sus abuelos ya participaban en esta tradición, "el resultado es que podría tener más de 200 años", insiste el presidente.
Barceló Molina cuenta que, todo comenzó cuando los vecinos decidieron hacer una representación el día de Nochebuena, con una adoración de los pastores al niño Jesús sin diálogo de ningún tipo. Hasta que llegó al pueblo un famoso libreto de la época escrito por don Gaspar Fernández y Ávila que contenía el Auto Sacramental de los Reyes Magos.
Eso lo cambió todo. Primero se transmitió de forma oral debido a la escasa población que sabía leer y escribir y luego más organizada, los vecinos se volcaron en su escenificación.
Al final confiesa que el de su pueblo es el auto sacramental más antiguo que se representa en España y en todo este tiempo solo han podido ser declarados fiesta de interés turístico autonómico.
[Alcoy retoma la Cabalgata de Reyes más antigua del mundo]
Tienen pendiente el reconocimiento de interés turístico nacional y el Bien de Interés Cultural y, quién sabe, el Patrimonio Oral de la Humanidad. "Si fuésemos un pueblo más grande ya habríamos obtenido más reconocimientos", asegura.