Una bandera británica en la zona inglesa de Benidorm, en imagen de archivo.

Una bandera británica en la zona inglesa de Benidorm, en imagen de archivo. EFE

Turismo

Farolillo rojo en la temporada baja de Benidorm: ¿dónde está el turismo británico?

La ciudad pierde 8 puntos de ocupación respecto a 2019 principalmente por la falta de pulso de Reino Unido. La inflación, uno de los posibles factores. 

19 noviembre, 2022 01:03
Alicante

La incertidumbre que está acompañando el proceso de recuperación turística tras la pandemia ha acabado hasta ahora de forma favorable para los empresarios: de un modo u otro, y, pese a que cada vez tiene más peso la contratación de última hora, al final los números salen, y la ocupación está consiguiendo situarse ligeramente por debajo de la de 2019. No se trata de una mala noticia: el último año prepandemia fue de récord para la industria, tanto en España como en destinos principales como la Comunidad Valenciana. 

Sin embargo, las alertas siguen ahí. Y una muy recurrente son las señales que se están dando en la coyuntura internacional, muy especialmente en el mercado británico.

[Feria de Londres: el precio del dólar y el éxito de Canarias podría llenar los hoteles de la Costa Blanca]

Reino Unido es el principal turista internacional para la Comunidad Valenciana por su peso en la Costa Blanca y, sobre todo, Benidorm, donde puede llegar a suponer el 60 % de los visitantes. Y en la primera quincena de noviembre la capital turística ha perdido 8 puntos de ocupación (75 %) respecto a 2019, fundamentalmente por la mala respuesta de Reino Unido. Porque, según aseguran desde Hosbec, el cliente nacional se ha mantenido.

¿A qué se debe? La crisis económica que afecta al consumo ha golpeado con fuerza las islas británicas, y todo parece indicar que, aunque los principales gestores turísticos consideran que la inflación no afectará a los viajes, es posible que exista una contracción de la demanda por prudencia. Aquí también juega un papel importante la inestabilidad política global, porque, como recuerda un empresario turístico, "la confianza es clave a la hora de viajar". 

Esto se va a reflejar en el número de asientos ofertados por los operadores en el aeropuerto de Alicante para este invierno, con una reducción inicial del 10 % que, en teoría, no iba a afectar al mercado vacacional porque en teoría solo iba a suponer una optimización de las plazas.

En este contexto, y como contó este diario, también entran en juego las buenas perspectivas de Canarias y la subida del precio del dólar, porque los británicos tenderán a primar destinos de proximidad y, una vez completada la capacidad de las islas, los destinos cercanos podrían verse beneficiados. 

Otro factor es la preocupación de que una inflación creciente a partir de 2023 suponga un frenazo en las reservas. Algunos expertos apuntan a que el incremento de precios en Reino Unido puede mantenerse en los dos dígitos, lo que afectaría a las economías familiares de las que se nutre el sol y playa de la Costa Blanca. 

Con todo, desde Hosbec señalan que es posible que se trate de un hecho puntual (el puente de principios de noviembre es de carácter nacional) y que aún quedan por evaluar los efectos de la Fancy Dress Party que se celebró el pasado jueves, el gigantesco carnaval que este año cumplía 25 años y que congregó a 40.000 personas en la zona inglesa. 

Costa Blanca y Valencia

En cuanto a la ocupación de otras zonas, las noticias han sido más positivas. La zona de la Costa Blanca (sin incluir Benidorm) ha registrado un 65,8 % de ocupación en la primera quincena de noviembre. Esto se traduce en un descenso de 5,7 puntos porcentuales respecto a la quincena anterior. Aún así, se superan los valores registrados en el mismo periodo de 2019 (61,5 %).

Se observa que el turismo doméstico se ha mantenido estable respecto a la última quincena, con un 46,2 % de representación. El mercado internacional sigue siendo el predominante (53,8 %), que se distribuyen de la siguiente forma: británicos (13,8 %), noruegos (9,2 %), belgas (6,8 %), suecos (5,6 %), neerlandeses (2,8%), franceses (2,7 %), alemanes (2,6 %), finlandeses (1,9 %), polacos (1,4 %) y, por último, daneses e irlandeses (1 % en ambos casos). El resto de mercados emisores no superan el 1 % de representatividad en ningún caso.

Respecto a las previsiones para la segunda quincena de noviembre, ya se cuenta con un 55% de habitaciones reservadas, aunque se espera poder rebasar estos registros gracias a las reservas de última hora como viene siendo habitual.

Finalmente, del 1 al 15 de noviembre la provincia de Valencia ha anotado una ocupación del 77,3 %, lo que se traduce en un descenso de 2,9 puntos porcentuales respecto a la quincena anterior. Al mismo tiempo, estos valores también suponen un incremento de 8 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del 2019 (69,3 %). 

Según los datos recopilados en nuestra encuesta, en la provincia de Valencia se incrementa la incidencia del mercado nacional respecto a la quincena pasada con un 51,1 % de la cuota total, lo que lo convierte en el mercado predominante de la provincia.

En lo que respecta al mercado internacional, Valencia ha sido el destino con mayor variedad de nacionalidades, siendo el principal el neerlandés con un 5,6 %, seguido de cerca por el francés (5,0 %), británico (4,7 %), italiano (4,7 %) y alemán (4,3 %). Entre el 2 % y 4 % se encuentran el americano (3,7 %), belga (3,2 %), rumano (1,7 %), suizo (1,6 %), portugués (1,2 %), irlandés (1,1 %) y turco (1 %). El resto de mercados analizados no superan el 2 % de importancia relativa en ningún caso.

La previsión de ocupación para la siguiente quincena del mes se fija en un 58,9 % y Hosbec alerta de que es posible superar este dato "si se continúa con la misma tónica de las quincenas anteriores".