La imparable escalada de la inflación y la crisis económica desatada por la guerra de Ucrania han acentuado el peso que la energía tiene en los gastos de suministro de los hoteles. Hosbec, la mayor patronal hotelera de la Comunidad Valenciana, estima que entre un 20 y un 25 % de la factura mensual de los establecimientos turísticos depende de la compañía eléctrica, algo que no parece que vaya a moderarse a medio plazo. "El futuro", señalan fuentes empresariales, "pasa por potenciar el autoconsumo".
Con este objetivo, un grupo de unos 50 hoteles de Benidorm se han aliado para comprar energía en plantas solares. Es lo que se llama un power purchase agreement (o PPA), es decir, un acuerdo entre un desarrollador de renovables y un consumidor, en este caso establecimientos con un consumo notable y entre los que se incluyen algunas de las principales cadenas hoteleras de España. Y no está resultando porque, señalan desde la patronal, "estamos en la parálisis administrativa más absoluta".
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La idea, sobre el papel, es muy sencilla: conseguir vías alternativas para la generación o el consumo de energía eléctrica renovable más barata. Esto se puede obtener de dos formas. La primera, produciendo la electricidad mediante la instalación de placas fotovoltaicas o, en caso de ser posible, disponiendo de una planta de producción propia. La segunda, comprando esa energía directamente a productores, utilizando el volumen como elemento de fuerza a la hora de negociar (de ahí la PPA).
La generación propia es complicada por varias cuestiones. Por un lado, las placas solares colocadas en un edificio pueden cubrir "como mucho el 10 % de sus necesidades", explicaron fuentes de Hosbec. De hecho, solo siete establecimientos de la capital turística disponen de este tipo de instalaciones, que pueden "ayudar" pero en ningún caso ser la primera alternativa al consumo tradicional de energía para un hotel, estimado en 1 GWh al año.
Eso lleva a los empresarios a lo que en principio sería la mejor opción: la creación de un parque fotovoltaico que permita abastecer a un grupo de empresas. Sería una inversión "muy costosa" pero fácilmente amortizable en un número razonable de años. Y ahí es donde se encuentran con "todo tipo de trabas que hacen casi imposible impulsar hoy por hoy un proyecto de esas características".
Para empezar, las placas tienen que estar a 500 metros del lugar que reciba la energía, "y eso en Benidorm es imposible". "La legislación está pensada para cooperativas, no para casos realistas en las que empresas con un gran consumo de energía quieran plantear otras soluciones", explicaron.
Pero es que además, aunque existiese una zona idónea, son conscientes de que el proyecto sería muy lento de impulsar por la complejidad administrativa, las quejas de colectivos como los ecologistas y la resistencia de los grandes productores, que al final son los que tienen la última palabra sobre la red eléctrica.
La opción de compra
Lo más viable en la actualidad, pues, es "colaborar con las plantas existentes" para poder recibir energía fotovoltaica. Sin embargo, también aquí los hoteles se enfrentan a un laberinto burocrático: "Conseguir los permisos es mínimo tres años. Y a partir de ahí hay que encontrar un productor que nos venda".
¿Por qué? "Las plantas que ya existen ya están vertiendo toda su producción, y la que tienen está ya colocada en el mercado". La demanda de energía se ha disparado, incluida la verde, y es necesario encontrar un productor que sirva a Benidorm.
Lo que sí dejan claro las mismas fuentes es que "no hay un problema de desabastecimiento en la red", ni tienen previsto que lo haya en el futuro. Pero los precios no dejan de subir, y ya se da la contradicción de que a muchos establecimientos les sale más barata la electricidad de los generadores que tienen de reserva que la que compran habitualmente.
Para Hosbec, este tema es la demostración perfecta de que "una cosa es el discurso político y otra la realidad administrativa". "Existe un relato marcado desde las administraciones que marcan hacia dónde tienen que ir las empresas, pero no existen los instrumentos eficaces ni suficientes para facilitarlo", concluyen.