En un mundo global donde el turismo está plenamente especializado, cada municipio hace gala de su patrimonio en la promoción del destino pese a que se integren en entes supramunicipales y autonómicos. Por eso, ha sentado muy mal en Alicante City & Beach (el Patronato de Turismo de la ciudad), descubrir como Elche está promocionando su isla de Tabarca desde la web VisitElche por si fuese propia.
Esta misma semana Elche ha "vendido" Tabarca y su reserva marítima como un producto propio en un diario de tirada nacional. Pero es que además, en la sección de "experiencias" de su web no solo ofrece servicios de barco desde Santa Pola, sino además inmersiones en la reserva marina.
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Desde Alicante consideran que se trata de un "apropiacionismo absurdo", ya que la vecina ciudad cuenta con atractivos propios más que suficientes para promocionarse: tres Patrimonios de la Humanidad como El Misteri, el Palmeral y el Museo del Puçol, que no tiene ninguna otra ciudad en la Comunidad Valenciana.
Si a ello se le une la rivalidad entre ambas ciudades se está combinando el cóctel perfecto para un nuevo enfrentamiento innecesario. Y es que Tabarca es la joya turística de Alicante que le hace diferente y por eso figura en los primeros puestos de su planificación promocional junto al Castillo de Santa Bárbara, los museos, jardines y playas.
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De hecho, en la web de Alicante City & Beach no aparecen propuestas en otros municipios, pero se ofrece información de cómo acceder a la isla no sólo desde Alicante, sino también desde Santa Pola o desde Benidorm.
Una vez fue de Elche
La web del Ayuntamiento de Alicante reconoce explícitamente que durante la Edad Media la isla conocida por los griegos como Planesia pertenecía a esa ciudad: "En la Edad Media (1.337) el Consejo de Elche, de quien dependía entonces la isla, obtuvo permiso para edificar una torre defensiva para guardar la costa ya que ésta se hallaba bajo constante amenaza debido a la presencia de piratas cuya base de operaciones se encontraba en la isla".
Según señala José Manuel Pérez Burgos en su tesis sobre la isla (Nueva Tabarca, Patrimonio integral en el horizonte marítimo), "el 6 de mayo de 1324 se produce en la Seo de Barcelona la donación hecha por el rey Jaime II a su hijo don Ramón Berenguer, de la villa de Elche, Puerto de Cap de l'Ajup, incluida la isla de Santa Pola y Crevillente"
Y de hecho, la isla está más cerca de Santa Pola (8 kilómetros) que de Alicante (22 kilómetros) y durante buena parte de su historia perteneció a Elche. Pero en 1812, con la constitución liberal, el municipio salinero se segregó de Elche, lo que fue ratificado en 1835.
Sin embargo, según Pérez Burgos en 1769 ya haya indicios de rivalidad jurisdiccional entre Elche y Alicante con "el proceso de fortificación militar y acondicionamiento para su colonización permanente desde la ciudad de Alicante".
Y es que fue tras el deslinde entre ambas ciudades en ese año cuando Tabarca pasó a formar parte de Alicante definitivamente. Más concretamente se oficializó en 1773, cuando intervino el rey en el arbitraje jurisdiccional al tiempo que proveía de ciertos privilegios a los habitantes de la isla.