Unanimidad empresarial para evitar que el Gobierno del Botánico implante una tasa turística en la Comunidad Valenciana. Las patronales valencianas han lanzado una plataforma on line, denominada noalatasaturistica.com, que ha aglutinado en apenas un día más de 1.250 apoyos de asociaciones no solo de la región, sino también de otras autonomías como Cataluña, donde también se ha implementado este impuesto. Además, plataformas como Destinia o Logitravel también han firmado.
En la lista de adhesiones, sin embargo, destaca una: la del secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, quien en un destacado de la web dice: "Parece que la tasa turística se plantea como un castigo para que el sector purgue sus supuestos pecados. El coste reputacional negativo que podía suponer para el turismo en estos momentos es innecesario".
Colomer pertenece a uno de los tres partidos que han firmado llevar a las Cortes valencianas una propuesta de tributo antes del mes de marzo. A finales de diciembre el síndico del PSPV Manolo Mata acordó con sus homólogos de Compromís y Unidas Podemos impulsar este impuesto, y se comprometieron a hablarlo con el sector.
Ese diálogo, de momento, no se ha producido. Y la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (la CEV) emitió este jueves un comunicado explicando que se suma a la iniciativa del sector turístico de la Comunidad Valenciana "en rechazo a un impuesto que pone en juego la recuperación del sector".
La CEV explicó que, en una reunión mantenida con todos los representantes del sector, se gestó la puesta en marcha de la plataforma www.noalatasaturistica.com. "El objetivo es aglutinar el apoyo empresarial y social en contra del impuesto que pretenden implantar por ley los partidos del Botánico y que, tal y como recoge el manifiesto de adhesión a la plataforma lastraría la competitividad del sector en el contexto actual", indicaron desde la patronal.
En este sentido, la CEV coincide con los impulsores de la iniciativa en que en esta consolidación de la recuperación "no tiene cabida un incremento de la presión fiscal". "Las políticas deben pasar por incrementar la calidad, mejorar el producto turístico y facilitar la llegada de turistas, pero en ningún caso imponer en estos momentos una subida de impuestos que pueda afectar a la recuperación y que reste competitividad a los destinos de la Comunidad Valenciana", agregaron.
Del mismo modo, alertó de que "sería contraproducente limitar, todavía más, la capacidad de gasto turístico, atendiendo a la grave afección causada por la pandemia a la actividad, que todavía se encuentra muy lejos de recuperar los niveles de empleo y facturación de antes de la crisis". De hecho, los últimos estudios estiman que la recuperación no se alcanzará hasta 2024 y siempre que la evolución de la situación sanitaria sea positiva.
Para la CEV, "este impuesto tendría, además, un efecto perverso de potenciación de la economía sumergida, con alojamientos no controlados ni regulados y agravaría, todavía más, la presión fiscal de los propios valencianos, que está 11,7 puntos por encima de la media nacional".
En este sentido, el manifiesto incide en la necesidad de atender la realidad económica del turismo en la Comunidad, "que está un 10% por debajo de la media nacional en rentabilidad turística", y pide no compararla "con otras regiones que superan ampliamente tanto en ingresos como en precios medios".
"Es como ponerle un impuesto a Ford"
La patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, destacó el "éxito" de la plataforma y las firmas recabadas contra un impuesto que consideran "injusto, inoportuno e irresponsable". "Es el mayor desprecio y escarnio para una industria como la turística que significa el 15% del PIB de nuestra Comunidad", manifestó el presidente de la asociación, Antoni Mayor. "Industria turística que no se podrá nunca deslocalizar, ni irse a fabricar a otros países con menores costes o más ayudas. Una industria que es nuestra fuente de riqueza presente y futura".
"Y es que los datos de pérdidas del sector por la pandemia hacen que este sea el momento más inoportuno y descabellado para plantear una iniciativa como esta subida de impuestos", añadió. "Con pérdidas del 70% en 2020, del 50% en 2021, un 40% del empleo sin recuperar y un endeudamiento que puede comprometer el futuro financiero a corto y medio plazo, ningún gobierno responsable podría poner en marcha un impuesto tan innecesario como imprudente".
"Es como si el Botánico acordara poner en marcha un nuevo impuesto a todos los coches que se fabriquen en la Comunidad Valenciana, comprometiendo el futuro de la factoría Ford en la situación tan delicada que están viviendo". Para la secretaria general de Hosbec Nuria Montes, "exactamente esto mismo es lo que están intentado hacer con el turismo de la Comunidad".
En este sentido, la patronal hotelera expresó todo su "apoyo y aliento a la factoría Ford y a todos sus trabajadores directos e indirectos, esperando que permanezca en la Comunidad Valenciana por muchos años futuros. Es un activo incuestionable como lo es el turismo".
Los apartamentos también la rechazan
Otra de las adhesiones que ha logrado el documento es el de la patronal de apartamentos turísticos de la Comunidad Valenciana (Aptur). Su presidente, Miguel Ángel Sotillos, explicó que el sector de las viviendas turísticas regladas se suma a esta plataforma porque "ahora no es el momento de abrir un nuevo debate en el sector, sino de intentar recuperar entre todos el turismo en nuestra Comunidad, que supone hasta el 15% del PIB, y que está siendo el más perjudicado por la pandemia con pérdidas de entre el 50 % y el 70% de la facturación".
Sotillos recordó que el sector "conoció por los medios de comunicación el acuerdo sobre la tasa turística, sin haber sido consultado por parte del Gobierno valenciano, y su aplicación, aunque de carácter municipal y voluntaria, supondrá gastos de adaptación y una sobrecarga de trabajo que sólo soportarán los alojamientos reglados".
"El turismo es la actividad que más ha sufrido durante la pandemia. Todavía está muy lejos de recuperar los niveles de empleo y facturación de antes de la crisis del Covid19", indicó la asociación en un comunicado. "La convalecencia turística va a durar tres o cuatro años. Los últimos estudios estiman que esta recuperación de niveles no se va a producir hasta 2024 en función de la evolución de la situación sanitaria mundial".
"El turismo ha perdido competitividad en estos dos largos años de pandemia", recordó Sotillos. "Todavía es el sector que más trabajadores tiene en situación de ERTE, situación que tendrá que ser prorrogada hasta las puertas del verano".
Por eso, indicó, "en estos momentos, la prioridad para todos, empresarios, trabajadores, gobernantes y políticos, tiene que ser consolidar la recuperación del turismo en la Comunidad Valenciana, ya que no se puede frivolizar con la principal actividad económica de la región: el 15% del PIB está en juego".
"En esta consolidación no tiene lugar un incremento de la presión fiscal", precisaron las mismas fuentes. "Las políticas deben pasar por incrementar la calidad, mejorar el producto turístico y facilitar la llegada de turistas, pero en ningún caso imponer en estos momentos una subida de impuestos que pueda afectar a la recuperación y que reste competitividad a los destinos de la Comunidad Valenciana".
Para Aptur, "la realidad económica del turismo de la Comunidad es una referencia que debe tenerse en cuenta para tomar cualquier decisión". "Nos queda mucho camino que recorrer: Baleares, Cataluña, Canarias, Andalucía, País Vasco, Madrid… son regiones que nos superan ampliamente tanto en ingresos como en precios medios", agregó.
De hecho, la Comunidad Valenciana "está un 10% por debajo de la media nacional en rentabilidad turística". "Además, en el ámbito municipal, una ciudad con mucha potencia como Valencia vería peligrar su estrategia de saltar a la primera línea de destinos urbanos en ingresos turísticos perdiendo claramente posiciones frente a sus competidores", explicaron desde la patronal.
"Con un 60% de turismo nacional muy tocado por la pandemia, por la inflación y por la crisis sería contraproducente limitar todavía más su capacidad de gasto turístico. Teniendo además un efecto perverso de potenciación de la economía sumergida en el turismo, con alojamientos no controlados ni regulados, que escapan a cualquier impuesto y normativa", concluyeron desde el sector de los apartamentos.