Es uno de los científicos más reconocidos del mundo y tiene claro que es en Alicante desde donde quiere trabajar. Javier García Martínez pasa por las charlas del Espacio Séneca y repasa su trayectoria mientras señala también las debilidades de la economía en España y la provincia: "Alicante es de las provincias con menor renta por cápita porque nuestro trabajo lo puede hacer cualquiera".
En una extensa charla moderada por el periodista Daniel Terol, García describe el contexto que permite esa situación. Sabe que sus opiniones pueden ser controvertidas, pero su experiencia como empresario de éxito y expresidente de la Unión Internacional de Química, le avalan.
"Hemos pasado dos crisis muy profundas", empieza situando aludiendo a la 2008 y la de 2020 con la pandemia, "nuestra economía está basada en muy pocos sectores y cuando nos vienen mal dadas lo pasamos mal". Sabiendo eso, ¿por qué no damos el salto a la innovación? "Porque es muy fácil hacer dinero con los sectores tradicionales", se responde.
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El turismo es protagonista de las noticias en los últimos días con los récords de visitantes y el debate sobre la ampliación del aeropuerto y lo pone como ejemplo de ese razonamiento. Si la crisis, como apunta, es un momento de oportunidad y de replantear la economía, "cuando pasa, vamos a los que sabemos hacer que nos funciona maravillosamente bien: los sectores tradicionales que tiran de la economía son la construcción y el turismo".
García Martínez dirige en la Universidad de Alicante el Laboratorio de Nanotecnología Molecular y como lamenta, hay una falta de inversores que planteen apostar por estas tecnologías. De ahí que recalque que "el protagonista de la innovación no tiene que ser el Gobierno, tienen que ser las empresas. Y eso es donde más está fallando el país".
"España sigue con la mentalidad de que inventen otros y ya nos subiremos a la ola. Y eso es un gran problema porque fundamentalmente las grandes empresas españolas venden servicios y venden los que podría hacer otra empresa", razona.
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"Hay una enorme competencia por el talento mundial y me gustaría que a las empresas españolas les gustara fichar a las grandes estrellas. ¿Fichamos a los mejores de fuera? Están los mismos apellidos que hace veinte años. ¿Y tienen ideas nuevas?", se pregunta.
De ahí que lo compare con modelos como el estadounidense. Así señala el cambio que se ha producido entre los valores más destacados en Bolsa a principios de siglo y los actuales: "Son completamente diferentes". Mientras, "en España siguen las mismas y por eso no hay una atracción de talento".
La solución más rápida y sencilla que ve para que se produzca ese cambio en el país es "cambiar los consejos de administración". "Si en los consejos de administración no saben de tecnología, sino que saben de finanzas, no hay ese cambio", recalca. "Cambiar la cultura requiere tiempo y cambiar las personas es más rápido".
Trabajar para servir
"España funciona súper bien cuando la economía va bien", destaca. La cuestión que le preocupa es que esa falta de diversificación y lo que puede provocar. Y una señal clara de alerta es lo que sucede en las islas, tanto las Canarias como las Baleares.
Así pone de ejemplo Ibiza donde "los trabajadores viven en caravanas porque no pueden pagar las casas porque los sueldos son tan bajos que creamos un precariado que no puede competir. Y eso no es ciencia ficción". Otro ejemplo reciente tras una visita a La Laguna es una huelga de hambre "porque no podían vivir porque eran esclavos de los turistas".
Frente a ese modelo aconseja que "las empresas tienen que ser capaces de hacer cosas que no puedan o sepan otras". Y ahí recuerda que "poner un café lo hace cualquiera y ese es el ciclo de sueldos bajos". Uno que ya es predominante en el territorio: "Alicante es una de las provincias con menor renta per cápita porque nuestro trabajo lo puede hacer cualquiera". "Es tiempo de pasar del discurso a la acción", concluye.