La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida popularmente como "banco malo" -creada para comprar inmuebles a los bancos tras la crisis de 2008-, anunció ayer que en el último año ha traspasado más de 13.300 viviendas a la Dirección de Vivienda Social y Asequible y Relaciones Institucionales.
De esa cifra, un total de 926 se encuentran el Comunidad Valenciana, lo que supone un 7% de la oferta nacional total de la compañía.
Javier Torres, presidente de Sareb, durante su participación en el II Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), celebrado en el CaixaForum de Madrid e impulsado por ENCLAVE ODS, EL ESPAÑOL e Invertia, anunció el martes que la compañía prevé que se añadan a esta lista alrededor de mil viviendas adicionales antes de que acaba el año 2023.
Según explican desde la Sareb, de esas viviendas, cerca de 2.000 están cedidas a Administraciones Públicas para destinarlas a alquileres sociales o a emergencias habitacionales, 6.000 tienen aprobado un contrato de alquiler social y otras 1.900 están en estudio y podrían destinarse a fines sociales.
Por comunidades autónomas, Cataluña es la comunidad autónoma que concentra el mayor número de alquileres sociales y viviendas a recuperar, seguida de Madrid. Así, de esas 13.300 viviendas que están en el "perímetro de vivienda social" de Sareb, unas 7.000 se encuentran en Cataluña y más de 2.430 están en la Comunidad de Madrid.
En Cataluña, el 45% ya cuentan con un alquiler social firmado por Sareb y el 20% están cedidas a Administraciones Públicas para usos sociales. En Madrid, cerca del 60% corresponden a alquileres sociales aprobados, a los que se suman 60 viviendas en convenios de colaboración con las Administraciones Públicas de esta comunidad.
Desde Sareb aseguran que "estas cifras son consecuentes con varios factores. El primero es el reparto territorial de activos que recibió Sareb en 2012 procedentes de 24 cajas de ahorro y sus filiales que fueron intervenidas por el Frob. Pero, además, concuerdan con los mapas de zonas tensionadas y con las situaciones habitacionales que se dan en las viviendas de Sareb de las diferentes comunidades autónomas".
Cómo se gestionan
La Sareb señala que después de "analizar en profundidad la situación de las familias que habitan en viviendas de Sareb, también se han identificado 3.400 viviendas para recuperar por estar habitadas por personas no vulnerables o que no quieren colaborar".
El Programa de Acompañamiento tiene como objetivo que las familias vulnerables superen su situación de riesgo de exclusión para que alcancen la independencia económica en un futuro.
Y lo justifican: "Con esta labor, Sareb no solo actúa con responsabilidad al identificar las diferentes situaciones que rodean a las personas que habitan en sus viviendas de manera irregular o que tienen un alquiler con el anterior propietario del inmueble, sino que también avanza en su mandato de repago de deuda, dado que este programa permite ordenar su cartera de vivienda habitada y genera ingresos, donde en principio sólo tenía gastos. Un balance que compensa la inversión en gestión social y que está aportando valor a las cuentas de la compañía".
“Sareb se está convirtiendo en un actor relevante en materia de alquiler social con un equipo especializado en mediación y gestión de vivienda social que nos ha permitido llegar a firmar 400 alquileres sociales al mes con familias que participarán de forma activa en mejorar sus habilidades o en buscar un empleo para superar su situación de exclusión social. La corresponsabilidad de Sareb y las familias es clave para el éxito del programa”, señala Torres.
Tras el trabajo del último año, unas 28.000 personas vulnerables residen en viviendas de las que Sareb es titular si se suman a los alquileres sociales, las viviendas cedidas en Convenio a Administraciones Públicas.
El Programa de Acompañamiento
El Programa de Alquiler Social y Acompañamiento de Sareb comienza con el acercamiento a las personas que residen en sus viviendas para que faciliten la realización de un scoring que determine su grado de vulnerabilidad.
Si este se confirma, se procede -en estrecha coordinación con los servicios sociales municipales- a la firma de un contrato de alquiler social cuya renta mensual se fija en un máximo del 30% de sus ingresos, aunque vinculado al compromiso de participar en un Programa de Acompañamiento Social y en un Programa de Inserción Laboral.
“Hemos puesto en marcha este programa en primer lugar por la necesidad de ordenar nuestra cartera de vivienda que llega a Sareb habitada. En segundo lugar, como operador público debemos gestionar con responsabilidad, ya que no podemos actuar de forma indiscriminada al abordar las distintas situaciones de las personas que habitan en nuestras viviendas".
Y, por último, "por sostenibilidad, ya que el alquiler social genera unos ingresos que permiten que el Programa de Acompañamiento sea viable y rentable para la compañía”, ha afirmado Javier Torres. En los últimos meses, Sareb ha perfeccionado ese Programa de Inserción Laboral en el que ya participan más de 1.000 personas, una cifra que se incrementará de manera notable en los próximos meses.