¿Por qué una sandía cultivada en España es más cara en Alicante que en Alemania?

El prestigioso científico de la Universidad de Alicante, Fernando T. Maestre, abría este martes el melón de la sandía: "¿Cómo es posible que una sandía cultivada en España (seguramente en Murcia o Almería) sea más barata en Leipzig que en Alicante?", se preguntaba en su cuenta de Twitter desde Alemania. En su publicación adjuntaba una imagen de un folleto de un supermercado germano donde se puede ver que esta fruta está a 0.78 euros el kilo, cuando en España ha llegado a estar en 3 euros. 

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Asimismo, este investigador, uno de los más influyentes del mundo sobre cambio climático, iba más allá y en una respuesta a su publicación calificaba de "sinsentido" que en la zona del sudeste español "nos quedamos sin agua para que en el extranjero tengan fruta y verdura barata". "¿Eso es lo queremos?", se preguntaba. 

Una cuestión que, traslada a la Unió de Llauradors, el colectivo de agricultores valencianos más importante, no tenía dudas en responder sobre el motivo de este cambio de esta oscilación de precios entre mercados locales e internacionales. "La única responsabilidad es de las grandes superficies", responde Carles Peris, secretario general de la Unió.

"Los supermercados son muy pocos responsables con los productores y con los consumidores y juegan mucho por su interés", añade, "pasando de tener un gran diferencial" entre el precio en el campo y en la distribución a "hacer ofertas de gancho" como al parecer está habiendo en Alemania estos días. 

Pero no solo allí, avisa. En España, en un contexto inflacionista, los datos oficiales extraídos por esta asociación apuntan a "una diferencia de precios abismal" hasta ofertas "extremas" lanzadas por parte de los supermercados desde hace escasos días. Así, el productor percibe de media 0,36 €/kg, en la fase de intermediarios llega a los 0,93 €/kg y en la distribución se ha disparado hasta los 2,20 €/kg. La diferencia entre campo y distribución de la sandía ha sido del 511%.

Sin embargo, en algunas cadenas de distribución importantes están lanzando ofertas de sandías desde hace escasos dais que no llegan a los 0,90 €/kg, “lo que pone de manifiesto que conforman los precios a su antojo, hace unas semanas a precio de oro y ahora lo devalúan con ofertas de descuento”.

"Al final estas cosas no nos las explicamos", asume Peris. "Hay muy poca responsabilidad de las grandes superficies que tiene la posición de dominio, ejercen presión a la baja a los productores, haciendo que en poco tiempo igual te puedas ver una sandía muy cara y a partir de ahora a 0’79 cuando el mensaje hasta ahora por parte de ellas era que tenían que subir el precio porque había poca producción o porque habían subido los costes energéticos y de transporte", añade. 

¿Por qué entonces esta bajada abrupta? "Creemos que por la presión ejercida" por colectivos como la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU), que días atrás denunciaba el récord en el alza de los precios, en un informe que indicaba que, por el alto precio, había bajado el consumo de frutas y hortalizas. Y cuando baja el consumo y se instala el malestar entre consumidores, agrega, "han tenido que pegar bajón enorme en los precios". 

Esto, vaticina, "va a desestabilizar mucho al sector porque cuando sirves mucha sandia a estos supermercados, te están apretando hasta la muerte y vamos a estar palmando 15 o 20 días para que hagan esa oferta al consumidor". 

Otras diferencias de precios

Precisamente la Unió de Llauradors anunciaba este martes que había elaborado un estudio en el que se demuestran "las escandalosas diferencias existentes" en los precios de algunos productos hortofrutícolas desde su salida del campo en origen hasta la llegada a los lineales en destino de la distribución, "todo ello en un contexto de una alta inflación motivada en parte por las altas cotizaciones de los alimentos y también de la energía".

La organización agraria vuelve a denunciar, con los datos oficiales, que "con ese aumento desorbitado de los alimentos, los productores son los que se llevan la peor parte" por un aumento que, sobre todo, "se produce entre los intermediarios y la distribución".

Además de esa diferencia del 511% en la sandía anteriormente citada, ocurre lo mismo con el melón. En campo se paga de media a 0,47 €/kg, en la fase de intermediarios a 1,66 €/kg y en la distribución a 1,85 €/kg. La diferencia entre campo y distribución es del 293%.

En cuanto a las naranjas, los productores "en una campaña realmente horrorosa" han cobrado de media 0,11 €/kg, en el segmento de los intermediarios ha llegado hasta los 0,67 €/kg y en los lineales de la distribución se ha encontrado a una media de 1,49 €/kg. La diferencia entre origen y destino ha sido del 1.298 %. Una fruta de verano como la nectarina se ha pagado en campo a una media de 0,67 €/kg, en la fase de intermediarios a 1,75 €/kg y en la distribución a 3,44 €/kg. El diferencial entre lo pagado en el campo y lo que abonan los consumidores es de un 412%.

Soluciones

Ante esta situación, esta organización propone el establecimiento de procedimientos públicos para el conocimiento y formación de los márgenes comerciales por parte de los diferentes agentes económicos que intervienen en la formación de los precios. También que se instaure un sistema público de elaboración de costes de producción de referencia para los contratos agroalimentarios obligatorios establecidos en la Ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria.

En este sentido, apuesta por la inclusión de una cláusula en los contratos que permita compartir los beneficios y costes generados en la cadena de valor en beneficio de los productores, así como una mejor regulación de los mercados y vigilar y sancionar las concertaciones de precios por parte de la demanda en perjuicio del agricultor y ganadero.