Alicante-Orán: un ferry semanal que mueve 143.000 pasajeros al año y al menos 9 millones de euros 'invisibles'

La semana pasada, el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) cifró en más de 153 millones de euros las importaciones y exportaciones de la provincia con Argelia. Pero más allá de estas cifras de "comercio formal", existe una tradición de comercio "informal o invisible" desde hace 50 años entre ambos países que no deja registro en las estadísticas y que también puede verse afectada.

Desde los años 70, las ciudades de la Alicante y Orán está unidas semanalmente mediante un ferry. La Autoridad Portuaria de Alicante cifra el número de pasajeros en 143.000 personas al año, que pueden incrementarse si aumentan las frecuencias con las operaciones de Paso del Estrecho.

Este puente entre las dos orillas del Mediterráneo ha favorecido  que en este medio siglo se haya creado una extensa red comercial "informal" entre ambos países, con comerciantes que compran y venden productos que pueden acarrear en bolsas o en los maleteros de sus vehículos. Fundamentalmente electrónica, los alimentos y la ropa y calzado de marca.

El profesor Juan David Sempere, del departamento de Geografía Humana de la Universidad de Alicante (UA), publicó el año pasado un extenso estudio sobre este comercio: "El comercio informal transfronterizo a través del ferry Alicante- Orán".

En él cifra en "al menos" 9 millones de euros (como mínimo), el valor de las transacciones de este comercio informal. Relaciones que también pasan por  "turistas sanitarios, familias que pasan sus vacaciones, personas que van y
vienen porque han comprado pisos en la ciudad".

"Se trata de una proyección muy a la mínima, teniendo en cuenta el número de pasajeros, lo que pueden llevar, por el número de viajes, pero segurante es muy superior", explica Sempere a EL ESPAÑOL. Y es que los únicos datos reales pueden sacarse de la devolución del IVA en aduana, algo que no es lo más común en este comercio.

De hecho, el profesor considera que por el momento no se pueden hacer valoraciones sobre lo que ocurrirá si siguen las tensiones. No obstante recuerda que "cuando por algún motivo se restringe el comercio formal a través de contenedores, por ejemplo, suele aumentar el informal".

Comercio informal

El origen de este comercio, señala Sempere en su estudio, comenzó "tras la independencia, en 1962, Argelia opta por una economía planificada, diferente de la economía de mercado de sus vecinos magrebíes y europeos. Esta situación lleva por una parte a que los bienes más básicos sean muy baratos, pero, por otra parte, a
que escaseen ciertos productos de consumo no esenciales pero apreciados por los argelinos".

"En el caso de Orán -continúa- esas mercancías se venden mayoritariamente en los mercadillos de las calles de Medina Jdida, un histórico barrio de Orán, entonces semiperiférico, que aún en 2021 es un barrio-mercado, aunque de productos Made in China".

Este comercio se resintió en los 90 debido a que  España impuso un visado que exigía tiempo y ciertas condiciones lo que reduce las entradas. Al año seguiente empezó una larga guerra civil unida a la autarquía que aumentó el interés en Argelia por los productos extranjeros.

"Al final de los años noventa la logística de este comercio está plenamente consolidada; cada día que llega el barco, decenas de argelinos organizados en cuadrillas compran en los bazares de los alrededores del puerto y en las fábricas de los polígonos industriales de la provincia", señala el autor.

Todo esto ha cambiado con la entrada del comercio chino en la esfera internacional. De hecho, este tipo de economía no sucumbió durante los dos años en que se cortó la línea del ferry por la pendemia porque Argelia había cambiado las condiciones comerciales del país y habían entrado nuevos proveedores.

[Vuelve el ferry entre Alicante y Argelia desde el inicio del Covid con nerviosismo por falta de billetes]

El negocio de "bazares" ha dado paso al negocio de "franquicias". Los argelinos buscan en Alicante comercio con productos de marca de gama media de conocidos grandes almacenes y cadenas de ropa. El comercio se ha diversificado y ahora se exporta informalmente incluso perfumes o cosméticos de marca blanca que son muy demandados en el Magreb. También tecnología que no llega a esa orilla del Mediterréneo o productos de "outlet", inexistentes allí.

La presencia de mucha población argelina en la Zona Norte de la ciudad de Alicante facilita a los comerciantes estancias más largas para conseguir mejores negocios. Incluso existe una red de taxistas "clandestinos" que trabajan con estos comerciantes entre el Puerto y los centros comerciales o incluso otras ciudades a precio fijo preestablecido.

Sempere narra con todo tipo de detalle cómo se producen las transacciones tanto en Alicante como en su regreso a Orán, y concluye: "El comercio transfronterizo es una actividad informal, pero tolerada, pues hay una importante demanda y numerosas personas, más o menos poderosas, que se benefician de ella a ambos lados de la frontera".