El Hércules no da para más. El equipo alicantino volvió a fallar en el momento más inoportuno y ahora depende de terceros para poder optar al último billete para la fase de ascenso. Ni siquiera fue capaz de superar al Olot (0-2), conjunto que se encuentra en la zona de descenso y que tiene pie y medio en Tercera.
El equipo que entrena Lolo Escobar está obligado a sumar cuatro puntos más que el Manresa cuando solo restan 12 en juego, ya que a los tres reales que marca la clasificación debe sumar uno más al ser muy favorable el coeficiente general al conjunto catalán.
El primer proyecto de Paco Peña lleva camino de estrellarse contra los arrecifes y de firmar un ridículo histórico, ya que tiene muchas opciones de quedarse fuera de la pelea por escapar de Segunda RFEF, la categoría más alejada de la élite en la que jamás ha militado el conjunto blanquiazul.
Hay margen para creer, porque el Hércules ya fue capaz de sumar 10 puntos de 12 ante estos mismos rivales, pero las sensaciones son terribles y la fiabilidad del equipo alicantino es cero.
El Hércules, que iniciaba el primer encuentro de un calendario asequible, firmó una primera parte espantosa ante un rival que, pese a su dramática situación, acabó por sacudirse los complejos y creer en sus opciones de victoria. Sin delanteros de tronío y con centrales improvisados, el conjunto de Lolo Escobar fue un alma en pena sobre el Rico Pérez, incapaz siquiera de amenazar a su rival.
Tras un aceptable arranque de la segunda parte, en la que los herculanos tuvieron varias ocasiones para inaugurar el marcador, un error defensivo condenó definitivamente al Hércules. Ernest Forgás fue el encargado de dinamitar el Rico Pérez con su gol en el minuto 74.
Con el Hércules en la lona, de nuevo el atacante catalán, cuatro minutos después, marcó el segundo al desviar a la red un disparo de Víctor Valverde. La afición herculana ya no se aguantó más y estalló contra el equipo durante el último cuarto de hora.
La mejor noticia para los alicantinos, que descienden hasta la octava plaza, fue que el Manresa no ganó en su visita al Badalona, porque si hubiera ganado la diferencia se hubiera disparado a cinco puntos más uno más del coeficiente.
Tras la enésima debacle, Lolo Escobar quiso agarrarse a las matemáticas para seguir creyendo en el proyecto. “Creo que soy el único que piensa en que se puede subir todavía”, dijo el extremeño, quien lo único que no perdonó a su equipo “es que bajara los brazos tres el primer gol”.
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“Entiendo la frustración y el malestar porque viene de años, pero este que está aquí está a tres puntos y sigue creyendo. Quedan partidos complicados para todo el mundo”, reiteró Escobar, quien añadió que “mientras haya posibilidades matemáticas seguiré creyendo”. “Aún hay liga y se puede”, señaló el preparador, quien sí admitió que el Hércules no tiene “contundencia” en ataque. “Hemos sido inoperantes en ataque. Cuando llegamos a los metros finales se nos apaga la luz”, afirmó el técnico, quien calificó la última media hora “como la peor con diferencia” desde su llegada.
Escobar explicó que, tras el partido, reunió a sus jugadores en el centro del campo para recibir juntos las críticas de la hinchada y para recordarles “que esto no se ha acabado”.
“Igual la gente se ríe de mí y piensa que soy Don Quijote o un iluso, pero sigo pensando que se puede entrar en el playoff. La temporada no ha acabado. Hay que ganar todo y esperar lo que hagan los rivales”, sentenció.