El Elche ha presentado este martes en sociedad a su nueva pareja de delanteros, Sergio León y Borja Garcés. Dos atacantes complementarios pero muy diferentes. León cuenta con un pasado brillante en el club, mientras que Garcés, tras encadenar varias cesiones, pretende romper como futbolista en el Martínez Valero.

En la puntería de ambos jugadores están puestas muchas de las opciones de éxito del equipo ilicitano, que descarta, por el momento, ampliar su plantilla con jugadores en paro, según ha confirmado Mauro Óbolo, miembro junto a Sergio Mantecón y Antonio Barragán del triunvirato técnico que dirige al Elche.

"Creemos que vamos a competir muy bien con la plantilla que hemos conformado", asegura el argentino, quien añade que la secretaría técnica sigue "analizando perfiles de jugadores", aunque sin la premura o la necesidad de tener que fichar "sí o sí". "Estamos contentos del nivel de competencia que existe", añade el argentino, quien desvela que el club sí apuró hasta el último momento la opción de fichar un extremo derecha tras la imposibilidad de lograr la cesión de Fran Pérez.

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Tampoco cree Óbolo que el Elche se haya debilitado en ataque, ya que además de Sergio León y Borja Garcés recuerda que el club cuenta con el canterano Rodrigo Mendoza para su ataque.

El peso ofensivo del equipo recaerá en el cordobés, al que la hinchada idolatra por el recuerdo de su primera etapa. "Regreso en un momento bonito. Lo tuve claro", ha señalado el jugador, quien desvela que se emocionó al escuchar la ovación de los aficionados al saltar al campo el pasado sábado ante el Racing de Santander.

"Goles he hecho toda mi vida, pero unos años entran más y otros menos", argumenta el atacante, quien niega tener presión por heredar el número 9 de Lucas Boyé, traspasado al Granada. "Yo también llevé el 9 en su momento. Fue mío y cojo el número con el que fui feliz y creo que volveré a serlo", añade León, quien considera que el Elche tiene plantilla para pelear por lo máximo, si bien precisa que "los objetivos hay que ganarlos en el campo".

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"La Segunda es complicada porque tiene muchos altibajos, pero el vestuario es muy bueno y a mí el equipo me gusta muchísimo", ha afirmado el jugador, quien no se ha mostrado preocupado por la falta de gol del equipo en este inicio de temporada.

"Se están creando ocasiones y cuando digas de entrar, entrarán", argumenta el jugador, quien consideró normal que el Elche le haya firmado solo por un año, aunque con opción según los objetivos, a uno más. "Cuando llegas a ciertas edades los equipos no te suelen formar dos o tres años. Quería venir aquí y me daba igual los años y el contrato", explica.

Por último, el cordobés admite que el partido del domingo ante el Valladolid será "especial" por enfrentarse al que fue su equipo hasta hace una semana. "Mi familia sigue allí. Es un equipo que me ha dado la oportunidad de disfrutar de un ascenso y tengo muchos recuerdos y amigos dentro del club y de la ciudad, pero ahora defiendo a otro equipo por el que siento el mismo aprecio", concluye.

Borja Garcés, por su parte, está convencido de que los nuevos fichajes harán olvidar a los que se fueron. "Los tres que salieron eran grandes jugadores, pero los que hemos llegado, también. Venimos a aportar ganas, trabajo, compromiso, ilusión y sobre todo goles", asegura el delantero, quien avisa de que en Segunda "conseguirá el objetivo el que tenga más regularidad".

El melillense señala que el objetivo del Elche es el ascenso, si bien precisa que "es algo que hay que ganarse en el campo", y se define como un delantero "trabajador, con desmarque y que se siente cómodo dentro del área". "Tengo gol, desde pequeño, aunque el año pasado no lo demostré", admite el delantero.