La plantilla del Elche disfruta de dos jornadas de descanso antes de retomar los entrenamientos este martes en el Díaz Iborra. Atrás ha quedado una semana de concentración en Oliva, donde el nuevo entrenador, Pablo Machín, ha tenido la oportunidad de trabajar con sus jugadores y de inocular en el grupo su ideario futbolístico.
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El técnico soriano, que ya no cuenta con los argentinos Javi Pastore y Fede Fernández, ha realizado a los medios del club un balance muy positivo del trabajo realizado en la concentración, que incluyó un partido saldado con victoria ante el conjunto inglés del West Bromwich Albion (1-0).
Machín destaca por encima de todo el ambiente del grupo y, sobre todo, las ganas del vestuario de huir de la crisis de resultados de la presente temporada. “La gente está receptiva, te mira a los ojos y a la cara deseosa de que les des una ayuda para que puedan ser un poquito mejores individualmente y colectivamente”, explica el entrenador, quien añade que no esperaba menos del grupo. “Si siguen con esta implicación seremos más sólidos y tendremos más opciones de ganar”, apostilla.
El entrenador reitera su convencimiento “al cien por cien” de que la permanencia es posible, aunque aclara que es consciente de la dificultad “porque no soy un inconsciente”. “Sé que es complicado y que hay gente pesimista que sacará datos con que es prácticamente imposible (la permanencia), pero yo soy optimista por naturaleza”, afirma Machín, quien recuerda que ya superó un reto tan difícil como el actual durante su primera etapa en Girona.
“Es cierto que se tienen que dar muchas circunstancias, pero voy a poner todo de mi parte y estoy convencido de que vamos a hacer un equipo mejor del que hemos visto hasta ahora”, explica el preparador, quien desea que gente del Elche se sienta “orgullosa de la implicación y el esfuerzo” de su equipo.
Machín no es ajeno a la centenaria historia del Elche y confió en protagonizar al final de la temporada otra gesta histórica logrando una permanencia que parece muy lejana actualmente. En este sentido, el entrenador ensalza el papel que puede jugar la afición ilicitana “porque ellos son los que empujan cuando a los jugadores no les llega la gasolina”. “Estoy deseoso de poder darle motivos para que sigan animándonos y se sientan identificados con lo que ven en el equipo”, añade el soriano.
A nivel personal, Machín, que llegó al club tras enlazar tres decepciones en los banquillos de Sevilla, Espanyol y Alavés, se considera un “privilegiado” por dirigir al Elche y tener un banquillo “en una de las mejores ligas del Mundo en la que solo podemos estar 20”.
“Es una oportunidad para seguir trabajando y progresando y convertirme en un entrenador con más experiencias”, comenta Machín, quien admite estar disfrutando, pese al contexto deportivo tan complicado, de la experiencia en el equipo ilicitano