La Organización de las Naciones Unidas (Unesco) recoge como valores del deporte la equidad, el trabajo en equipo, la igualdad, la disciplina, la perseverancia, el respeto y la inclusión. Casi todas se dan en la mayoría de disciplinas menos una, la última de la lista. Una de las tareas pendientes de los equipos y competiciones es ofrecer un espacio a cualquier persona que quiera ponerse a prueba más allá de cuales sean sus capacidades. Sin embargo, hay excepciones como el Proyecto Elche Rugby Inclusivo, que destaca por su forma de entender el juego.

La iniciativa nació hace un año como parte del club Rugbi L'Alcudia con el objetivo de ofrecer un espacio único en la provincia, siendo el primero en este deporte en Alicante y uno de los tres existentes en la Comunitat Valenciana junto al de Valencia y Cullera.

El presidente del club, Tomás Espinosa, señala que el proyecto surgió "para cubrir un espacio que antes no existía". El responsable explica que el equipo está formado por un total de 23 jugadores mayores de 16 años con y sin discapacidad. Entre las principales discapacidades que presentan los miembros del equipo, las más comunes son "trastorno del espectro autista, retraso mental, sufrimiento fetal o síndrome de Down", enumera.

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"Se juega mixto, con hombres y mujeres, y se modifica levemente el reglamento como en las categorías infantiles, por ejemplo hay melé sin empujones", indica Espinosa, quien resalta que se trata de "personas con discapacidad psíquica y no física, porque si no sería rugby adaptado".

"Sigue siendo el rugby tradicional, con las mismas normas, no es como otros deportes como el baloncesto o el tenis adaptado para jugadores en silla de ruedas", añade. Aunque ahora cuentan con un solo equipo, porque no hay suficientes deportistas para crear más grupos, el presidente del proyecto cree que irá en aumento en el futuro.

"Con el tiempo llegaremos a tener equipos inferiores, pero es difícil porque nuestra base de captación está limitada a personas con dificultades psíquicas reconocidas oficialmente mayor del 30 %, pero con movilidad para jugar", manifiesta. Espinosa aclara que, como cada persona, ellos son "un mundo propio diferente al resto".

Al ser tan pocos equipos los que han dado el paso tienen que desplazarse hasta los lugares donde otros proyectos han surgido, como Almería y Valencia, sin una categoría en la que competir regularmente. Sin embargo, para 2024, la Federación Española de Rugby plantea crear una competición nacional, así como la autonómica estudia organizar concentraciones dentro de la Comunitat Valenciana y de la provincia para categorías inferiores con la finalidad de que los escolares aprendan la disciplina, sin necesidad de que tengan un equipo.

Desde Proyecto Elche Rugby Inclusivo se muestran esperanzados con el próximo curso, ya que esperan que se dé visibilidad a la modalidad. "Nos interesa que crezca, porque cuantos más equipos seamos será más fácil tener competiciones y no tendremos que movernos 200 kilómetros para jugar".

Torneo Nacional

El pasado 2 de diciembre, el conjunto se desplazó hasta Madrid para disputar el Toreno Nacional de Rugby Inclusivo, organizado por la federación española. Allí se encontraron y jugaron contra otros equipos de España, como La Coruña, Valladolid, Valencia, Ávila, Cullera, Toledo y Pamplona/Iruña en un evento sin carácter competitivo.

"En el torneo se premian otra serie de valores, como la tolerancia, el sacrificio y la capacidad de superación, por ese motivo todos los participantes recibieron su correspondiente medalla que les acredita como participantes", aclara el club, que define la experiencia como "brutal". La entidad recalca que "poder jugar con los mejores equipos del país ha sido una vivencia difícil de olvidar y que sin lugar a dudas les hará mejorar a mayor ritmo".

Por otra parte, también se celebraron unas conferencias sobre el desarrollo de deporte inclusivo en el que el representante de la provincia fue protagonista. El proyecto asume su papel como referente en Alicante, promoviendo la modalidad, "porque estamos convencidos de que lo que hacemos es bueno para la sociedad. Los familiares nos transmiten que los chicos y chicas están contentos", expresa Espinosa.

Ser los primeros también tiene su dificultad. El director del proyecto cuenta que la captación es la parte más complicada, porque los padres, que tienden a sobreprotegerlos, "se asustan cuando les dices que su hijo va a hacer rugby, pero luego ven que les gusta y es muy gratificante". Con todo, afirma que en el grupo ha habido "menos índice de deserción que en equipos convencionales".