El partido de sus vidas, el salto desde Alicante del rugby a la zarzuela

¿Cómo llevar la zarzuela al público joven? ¿Y cómo animar a las jóvenes a competir en el rugby? A estas dos preguntas responde el estreno doble que realiza la Compañía Lírica Alicantina en el Teatro Principal este domingo. Acostumbrados a trabajar en una mayor difusión gracias al cine, para su nueva propuesta incluyen vídeos en el que las jugadoras de La Vila / Akra son las protagonistas de la trama. 

Isabel Expósito, con 18 años, "está muy contenta porque estamos dando mucho que hablar", aunque con ello se refiere a lo estrictamente deportivo. "Jugamos a una categoría superior a la que estamos acostumbradas y lo estamos disfrutando mucho porque estamos primeras de liga", cuenta apenas dos días antes de aparecer con sus compañeras en la proyección con que acompañarán a los artistas.

Su carácter polivalente lo aplica tanto dentro del campo de juego, donde se define como multiposiciones porque juega "de lo que hace falta al equipo". Quizás por eso vio "muy bonito" que pensaran en ellas para este otro cambio, el formar parte de una representación escénica. "Los trajes de época eran increíbles, parecía que estábamos en una película, era impresionante", recuerda del día de grabación, "nos pareció una experiencia muy trabajada".

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De esta forma, Expósito cree que se fomenta el rugby femenino más allá de lo que significa conquistar títulos, como lo ha hecho ella misma como campeona de España sub-18 en 2020. "Y que salgamos un poquito, aunque sea en el teatro, y que se visualice, que ya lo estamos haciendo", remarca.

El reconocimiento deportivo también lo ha vivido Claudia Cano, subcampeona de Europa sub-18 en la modalidad de Sevens y jugadora de la selección española. Ahora, valora esta forma "súper original" por la que "los directores de la zarzuela han conseguido asociar el rugby femenino con este ámbito teatral". Y así destaca en particular el atrevimiento de sustituir al equipo de infantería por uno deportivo, "al final, los deportes son la guerra entre uno y otro".

Del mismo modo que esperan que se conozca su deporte, han descubierto lo que es la zarzuela. "Para nada esperaba esto porque no conocía el género", cuenta Cano. Y recuerda especialmente como "en el tercer tiempo tuvimos la suerte de que nos cantaran un poco y fue muy divertido". "Fue una experiencia muy chula y espero que para ellos también", concluye.

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Natxo Hernández así lo puede ratificar. Entre sus planes de futuro sigue el ir creciendo con la Compañía Lírica Alicantina y pasar a formar parte del equipo de veteranos del Akra Alicante. Pero antes tiene que volver a pasar por los nervios que supone un estreno.

Y en este caso por partida doble. En la quinta residencia lírica con que colaboran con el Principal, han optado por montar dos obras: La viejecita y La canción del olvido. Dos piezas breves, de una hora aproximadamente cada una, que no pasaban por los escenarios de Alicante desde al menos varias décadas, cuenta. Por eso no duda en destacarlo como una oportunidad para disfrutar de la música de los maestros Manuel Fernández Caballero y José Serrano, respectivamente. 

El libreto de Miguel Echegaray para La viejecita, donde han incluido el gancho del audiovisual con el rugby, "no hemos tocado ni una nota, ni cambiado una palabra del texto". ¿Cómo ha sido posible? Como explicaba Cano, en la historia original se hacía referencia a una fiesta en honor de los dragones ingleses, una unidad de caballería e infantería que estuvo activa entre el siglo XVI y el XIX.

"Y nosotros hemos dicho que es un equipo de rugby", cuenta Hernández Torregrosa. Un cambio que parece significativo, pero del que recalca que el espectador "en ningún momento se puede dar cuenta". "Con frases como 'al avance del empuje se rompían las líneas enemigas', que tienen que plantear los propios jugadores de rugby, había muchas cosas que cuadraban, por lo que no había que cambiar nada".

El domingo lo pondrán a prueba con el público que esperan que llene el aforo del Principal, después de dos años en el que las restricciones sanitarias les habían limitado su capacidad. Propuestas como esta, concluye, "pensamos que las hace más comprensible para la gente joven, que queremos que venga al teatro".